El valor medio del novillo a faena en los países del Mercosur sufrió una mínima corrección de 1 cent en la semana. El Índice Faxcarne del Novillo Mercosur se ubicó en US$ 4,01 el kilo carcasa.
Se dieron fuerzas que presionaron en ambos sentidos, algunas alcistas y otras bajistas.
Este lunes culminó la vigencia del decreto que había dispuesto una rebaja temporal de las alícuotas de los Derechos de Exportación (DEX) para algunos cultivos, desde el 27 de enero pasado, en una situación de márgenes muy apretados. Si bien, ante la inminencia de la siembra de cereales de invierno, ya había anunciado prorrogar la rebaja para trigo y cebada hasta marzo de 2026, no hizo lo mismo con la soja y el maíz, los dos cultivos más importantes de la Argentina. Así, ayer la alícuota de retenciones de la soja pasó del 26 al 33%, y la del maíz, del 9,5 al 12%, tal como era hasta enero.
Con una faena “estable”, el mercado de hacienda cerró otra semana “firme”, según el comentario de la ACG. Tras su reunión de precios de este lunes, los intermediarios llevaron la referencia del novillo gordo a un promedio de US$ 5,00 por kg a la carne (+5 cents) para la semana cerrada al 28 de junio, a US$ 4,75 para las vacas gordas (+3 cents) y a US$ 4,87 (+1 cent) para el caso de las vaquillonas. Los mejores novillos de exportación treparon a US$ 5,07 por kg a la carne (+6 cents).
En el año agrícola ganadero 2024/25 (julio 2024/ junio 2025), que acaba de finalizar, se comercializaron en los tres principales sistemas de ventas por pantalla (Plaza Rural, Lote 21 y Pantalla Uruguay) un total de 208.624 cabezas de terneros y terneras, lo que marca un incremento del 10% respecto al período anterior. Con este incremento de la oferta y mayores valores en ambas categorías, la facturación alcanzó los US$ 102,3 millones, superando en un 24% la generación de divisas de 2023/24.
La faena de vacunos subió de forma moderada la semana pasada, manteniéndose en el eje de las 45 mil cabezas de la anterior. INAC informó que en la semana al 28 de junio ingresaron a planta 45.274 vacunos, un aumento semanal de 800 cabezas (2%) y de 4 mil comparado con la misma semana del año pasado.
Minerva presentó un recurso ante el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) contra la aprobación de la fusión entre Marfrig y BRF. La compañía alega que la operación fue aprobada de forma simplificada por la Superintendencia General del organismo, cuando debería haber sido evaluada por el Tribunal del CADE debido a sus posibles efectos anticompetitivos.
La diferencia entre las metas (u objetivos) y la utopía es que las primeras son alcanzables. Se puede trabajar tenazmente para cumplirlas y, una vez logradas, ponerse una meta más ambiciosa. Las utopías, por definición, son inalcanzables. Por supuesto, qué mejor que ser todos sanos, ricos y felices, pero lamentablemente las cosas no son así.
Uruguay se había impuesto de una forma más o menos explícita el objetivo de llegar a una producción anual perdurable de 3 millones de terneros. Dado el resultado del Taller de Gestación organizado por INIA Treinta y Tres, que arrojó una tasa de preñez de 82,1% (la segunda más alta del siglo, solo detrás del año anterior), es muy probable que Uruguay contabilice más de 3 millones de terneros tanto en 2025 como en 2026. Lo que parecía una meta ambiciosa —que solo se había alcanzado una vez en la historia, en 2020— parece haberse logrado. Es momento, entonces, de establecer eso como base para seguir avanzando. El siguiente objetivo podrían ser 3,5 millones de terneros por año de forma sostenida, con lo que todos los años habría tantos terneros como personas en el país.
Es ambicioso, pero a las vistas de la evolución de la ganadería en el país, alcanzable. La línea de tendencia de crecimiento de la producción de terneros en los últimos 40 años indica que en 13-14 años se estaría llegando a los 3,5 millones. Quizás se pueda acelerar algo más y en unos 10 años haya que plantearse alcanzar los 4 millones. Será cuestión de seguir cumpliendo las metas.
Por supuesto que una condición indispensable para que esto pase es que la carne vacuna siga siendo un alimento apreciado en el mercado internacional. Parece claro que será así, aunque hay que dar las batallas indispensables para combatir las tendencias al veganismo que surgen desde sectores fundamentalmente europeos. Para ello sería clave unir esfuerzos con los principales países exportadores, tanto de dentro como de fuera de la región.
Salvado este escollo, lo otro indispensable es contar con la mejor inserción internacional posible, con acceso a la mayor cantidad de mercados y con barreras para el ingreso relativamente bajas. Uruguay trabaja bien en este sentido y, paso a paso, se van logrando avances, aunque siempre queda camino por recorrer. La inserción internacional no debe ser solo para la carne, sino también para los animales vivos, variable esencial para quitarle volatilidad al precio de los terneros y permitirle al sector criador, que es el que no le puede trasladar eventuales bajos precios a un paso anterior de la cadena (porque es el primero) tener ciertas certezas de buenas ventas. Un precio del ternero redituable para los criadores es condición esencial (aunque no suficiente) para que se tomen las decisiones necesarias en el intento de lograr una alta tasa de destete.
La aceleración de los procesos de recría y engorde es otro factor clave, ya que quita del sistema categorías improductiva (novillos añosos, vaquillonas de más de 2 años sin entorar) y deja mayor espacio para el rodeo de cría. No solo tiene que ser alta la tasa de destete, también tiene que haber un numeroso rodeo de cría.
Por ese camino transita la ganadería uruguaya en los últimos años.
La nueva opción que ofreció el grupo Minerva para adquirir las tres plantas de su competidor Marfrig en Uruguay, para luego desprenderse de dos, no tendría grandes efectos sobre la concentración del mercado, más allá del predominio nítido con algo más de 1/3 de la faena que pasaría a tener Minerva.
La actitud de los importadores chinos fue otra al inicio de esta semana. Desde el lunes el ritmo de consultas y pedidos de oferta se “movió bastante” y se “aceleró aún más” este martes, aseguró un trader regional en diálogo con World Beef Report (WBR). El operador manejó cierres desde Uruguay por shin & shank a US$/t 5.900 CFR, unos US$/t 100 más que los valores de siete días atrás. También pactó embarques de chuck & blade a US$/t 5.400 y falda a US$/t 4.100.
“Esta semana el mercado cierra con alguna diferencia respecto a las anteriores: algunas plantas están más tranquilas, pero otras están más demandadas”, dijo a Informe Tardáguila el consignatario artiguense Gastón Araujo. De todas formas, consideró que el diagnóstico de una oferta escasa “se mantiene inalterado”, y donde cada vez cuesta más conseguir lotes especiales y de volumen en particular.
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