
La nueva cuota arancelaria que Estados Unidos le otorgaría a la Argentina sería de 80.000 toneladas, de acuerdo con lo publicado por los medios Politico y Bloomberg, que citaron fuentes cercanas a las conversaciones. Esto implicaría cuadruplicar el cupo actual, de 20.000 toneladas, que hoy tributa 10% de aranceles. Por fuera de cuota se paga un arancel adicional de 26,4%.
Fuentes de la industria frigorífica exportadora argentina señalaron que, luego de varias versiones anteriores, esta de las 80.000 toneladas “está circulando con bastante fuerza”, aunque “los funcionarios no la confirman ni la niegan, y dicen que esperemos el anuncio oficial, que van a ser buenas noticias cuando se terminen todos los detalles”. También indicaron que, al menos una parte de ese cupo, correspondería a carne faenada según los ritos kosher y halal. Y que el anuncio oficial creen que sería “pronto”, aunque no tienen precisiones.
Retorno de Israel con precios superiores
Los ganaderos estadounidenses, nucleados en el USCA, tomaron mal las primeras declaraciones de Donald Trump acerca de que incrementaría las importaciones de carne argentina para disminuir el precio de la carne en Estados Unidos. En su momento, su poderoso lobby ayudó a mantener la carne argentina fuera del mercado estadounidense por 17 años tras el brote de aftosa del año 2000, cuando la OIE ya había declarado al país libre de este mal en 2003.
Quizás debido a esa reacción, hace un par de días, el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) publicó un plan para facilitar el pastoreo de ganado en tierras de propiedad federal, aumentar los subsidios de seguros y reducir los costos para los pequeños procesadores.
Aunque el incremento de esta cuota sería muy beneficioso para Argentina, no movería la aguja en los precios de la carne en Estados Unidos, que consume por año más de 13 millones de toneladas equivalentes carcasa de carne.
Tal como se manifestaba en la pasada edición de WBR, si Washington pretende un impacto en los precios domésticos mejorando las condiciones de ingreso de la carne importada, debería avanzar en una eliminación del arancel de 10% que le impuso al ingreso de toda la carne vacuna a partir de principios de abril. Se trata de 2,2 millones de toneladas carcasa (unas 1,45 millones de toneladas peso embarque), que representan casi 17% del consumo de carne vacuna en Estados Unidos. Con un valor medio de importación de US$ 6.000-7.000 por tonelada (como mínimo) serían más de US$ 9 mil millones que la cadena se “ahorraría” por no tener que pagarle al fisco estadounidense.

