Lechería
El presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois, anunció esta semana que se encuentra trabajando y “expectantes de poder realizar algún anuncio en el mes de febrero que lo estamos analizando respecto al precio y también en el formato de pago”.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó en la inauguración de la planta de productos nutricionales de Conaprole en Rodríguez, departamento de San José, cuya inversión fue de 140 millones de dólares. En la oportunidad, destacó el sentido de pertenencia de la cooperativa lechera para con la sociedad uruguaya y valoró la labor de los tamberos en todo el país. “Decir Conaprole es decir Uruguay”, señaló.
Fonterra elevó su pronóstico de pago de leche a sus productores lecheros para esta zafra a un nuevo nivel récord, que espera que contribuya con NZ$ 13,8 mil millones a la economía (unos US$ 9 mil millones).
Este martes, la cooperativa elevó su pronóstico para la zafra 2021/22 por tercera vez y ahora espera pagar a sus tamberos entre NZ$ 8,90 y NZ$ 9,50 por kilogramo de sólidos (US$ 5,94-6,34). Eso está por encima de su pronóstico a principios de diciembre de entre NZ$ 8,40 y NZ$ 9 por kgMS.
El punto medio del rango, que se paga a los tamberos, aumentó a NZ$ 9,20 por kgMS (unos US$ 6,1 o $ 273) desde NZ$ 8,70 por kgMS, que sería el nivel más alto desde que se formó Fonterra en 2001.
Las perspectivas para la producción de leche siguen siendo moderadas a pesar de los fuertes precios en el tambo. Las últimas previsiones para 2022 sugieren un crecimiento anual del 0,6% en el suministro de leche, equivalente a 1.800 millones de litros de leche adicionales. Esto sigue a un año de bajo crecimiento en 2021, con una producción de leche estimada que aumentó un 0,9 % para el año.
Las abundantes precipitaciones que recibió en la última semana la cuenca lechera del país “fueron una bendición” para el sector y para varias seccionales floridenses “que la estaban pasando bastante mal”, dijo a IT Lechería el presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPFL), Fabián Hernández.
“La verdad que las lluvias en la cuenca de Paysandú mejoraron el ánimo porque veníamos con un déficit hídrico de varios meses”, acotó el titular de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú, Gerardo De Souza. De todas formas, los maíces de primera ya vieron comprometido su rendimiento en un 30% en esa zona del litoral y muchos productores debieron apelar a sus reservas de otoño-invierno en pleno verano.
La Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP) destacó el gesto que tuvo el Directorio del Banco República (BROU) de realizar una reunión para estar en contacto más directo con los tamberos de la zona y conocer sus necesidades. “La verdad que hubo una muy buena disposición. Nos llevamos una sorpresa. Tenemos mucho para seguir trabajando con el BROU para continuar desarrollando la producción lechera”, dijo a IT Lechería el titular de la APLP, Gerardo De Souza.
En año 2021, los productos lácteos uruguayos que registraron mejoras en la facturación en orden descendente de aumento fueron manteca (+16%), leche en polvo entera y leche en polvo descremada (+10% cada una). Mientras que cayeron las de queso (-3%) respecto al valor acumulado en el año 2020. En consecuencia, la facturación total del año fue 9% superior a la registrada un año atrás y sumó US$ 754 millones, según los datos en base a Aduanas que procesó el Inale.
En noviembre, el precio recibido por la industria láctea en dólares mejoró 18% comparado con igual mes de 2020 por la recuperación de los precios de exportación luego de la depresión que tuvo en plena pandemia, según el indicador que releva el Inale.
El campo de recría de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) están en pleno proceso de inscripciones para el ingreso de terneras y canje del Banco Lechero.
El 2021 fue un año de márgenes ajustados, de difícil transferencia de precios entre industria y retail y, al mismo tiempo, con poca leche en los tambos por la contracción de los márgenes del productor.
Toda esta dificultad vino de un consumo más débil, en el que una parte de los consumidores de las clases bajas, que ayudaron en la demanda el año pasado, no tenían aliento ni bolsillo para sostener su propio consumo.