Luego de los cambios en el acondicionamiento de las lanas, presentados por parte del SUL, varios productores del norte del país dieron a conocer su preocupación ante un encarecimiento de la esquila y la pérdida de una herramienta para defender su producción de lana a la hora de la comercialización, al no tener la grifa celeste.
Entre los planteos realizados, se indicó que para un pequeño productor de 400 ovejas el acceder a una máquina de esquila significaba un costo adicional, pero además una mejora en las instalaciones (muchas veces precarias) para una buena realización de la cosecha de la lana y su acondicionamiento, pero además se remarcó que para las máquinas acreditadas con la grifa verde no era viable parar en un establecimiento por el número de animales.
El Dr. Jorge Bonino Morlán, ex técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y hoy asesor de la institución, dialogó con Faxlana sobre la trazabilidad en la especie ovina herramienta que hoy potencia las certezas que brinda el compartimento ovino a un mercado exigente como el estadounidense. El profesional si bien está de acuerdo con el potencial de la herramienta y que el rubro debería ir “pensándola” dijo que la misma tiene que tener un justificativo económico.
Bonino explicó que la herramienta de la trazabilidad “para el Uruguay ha sido clave” principalmente pensando en el rubro bovino, desde el punto de vista de la apertura de mercados. “A veces dicen que otros no la hacen y tienen mercados, pero nadie se pregunta si no tuviéramos trazabilidad cuanto mercados tendríamos” dijo y remarco que “ha sido muy buena, un gran adelanto y una gran fortaleza”.
En la última jornada las autoridades del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), emitieron un comunicado para que sea tomado en cuenta en los lugares de esquila, buscando así evitar el contagio en los predios y lugares de trabajo.
Además de las habitulares recomendaciones realizadas por el Gobierno Nacional, se elaboró una batería de acciones preventivas, como por ejemplo brindar a los trabajadores mascarillas, tener agua y jabón suficientes para el lavado de manos así como también alcohol en gel. Realizar también desinfecciones permanentes en los vehículos de traslado con Amonio Cuaternario 1% o hipoclorito de sodio al 0,1%” en las ruedas, volante, tablero, agarradores y puertas.
Desde los comienzos de los trabajos para la instalación de la Terminal de Cargas Artigas-Quaraí (Uruguay-Brasil) en las cercanías del predio de la Asociación Agropecuaria de Artigas, la gremial comenzó a trabajar en la posibilidad de crear un cuarentenario en su predio para habilitar la exportación en pie, tanto de ovinos como de vacunos a través del puente internacional de la Concordia, que une ambas ciudades fronterizas, ya que el proyecto original y posterior construcción de la obra por parte del anterior gobierno, no tuvo en cuenta la necesidad de estas instalaciones para la comercialización hacia el vecino país. En la actualidad, los exportadores deben trasladar sus animales desde los departamentos de Artigas o Salto, hasta el cruce de frontera en Aceguá, para poder ingresar al vecino país, lo que prácticamente hace inviable la operativa debido a los altos costos, situación que solamente se agiliza en aquellos animales de alto valor, como lo pueden ser reproductores con destino a exposiciones o mejoramientos genéticos en cabañas del vecino país.
La trazabilidad individual del ganado vacuno ha sido cuestionada en varias oportunidades, sin embargo es imposible dejar de reconocer el impulso que le ha dado al país dicho sistema, principalmente en la apertura de mercados y el fortalecimiento de la confianza que los destinos más exigentes para nuestras carnes tienen en Uruguay.
A nivel del rubro ovino, al comienzo, se manejó en una reunión en la Asociación Agropecuaria de Artigas por parte de las autoridades del momento, que era el próximo paso a seguir, sin embargo van catorce años y aún el tema no está en la agenda a corto plazo según el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Carlos María Uriarte. El jerarca dijo que “no lo descartamos” porque generar la trazabilidad en el ovino sería acompañar lo que Uruguay “ya ha hecho en otros rubros y sería un tema considerar”.
El viernes de la pasada semana se realizó por parte del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) la primera charla de la segunda campaña “Vamos por más corderos”. Recordemos que hace dos años atrás se recorrió el país con charlas presenciales, en tanto que debido a la actual situación sanitaria la campaña tendrá este formato vía web, que contó con más de 600 personas acompañando on-line el evento a través del canal de Youtube de INIA.
El planteo de esta primer jornada fue el manejo de la gestación y principalmente la necesidad de mejorar la condición corporal de la oveja en el primer tramo de la misma, lo cual también permite influenciar en otros aspectos claves para la supervivencia del cordero al parto y también en la producción a futuro. Las presentaciones estuvieron a cargo de la Dra. Georgett Banchero de INIA y la Ing. Agr. Josefina García Pintos del SUL.
Aunque parezca reiterativo, la caída en los valores de la lana es la realidad del mercado australiano atravesando la semana 47 de comercialización de la presente zafra. El volumen de lanas de baja calidad en la oferta es la principal condicionante para las consecuentes caídas en el Indicador de Mercados del Este (IME) dentro de este contexto general de incertidumbre potenciado por la pandemia del Covid-19, pero que se arrastra hace más de un año a consecuencia de la guerra comercial entre China y Estados Unidos en su momento.
Las necesidades económicas de los productores australianos están pesando fuertemente en el mercado, razón por la cual Australia no ha dejado de comercializar, aún con el mundo de la lana literalmente paralizado. A pesar del nuevo descenso en los valores, los productores comercializaron el 87,5% de una oferta, que se debe reconocer, ha descendido en las últimas tres semanas.
El nivel de compras de la demanda también puede ser leido como una señal de que la industria china está necesitada de lana y se siente cómoda negociando a estos valores.
El IME cerró la semana en A$ 11,55 por kilogramo base limpia, perdiendo 24 centavos respecto al cierre del miércoles 13 de mayo. Si vamos más atrás en el tiempo, el actual indicador tiene una caída del 37,3% en la moneda local respecto a las ventas del 22 de mayo de 2019.
El tipo de cambio ayudó levemente al analizar el indicador en la moneda estadounidense. La semana cerró con el IME en US$ 7.56 bajando 8 centavos en los últimos siete días. Respecto a un año atrás, el indicador perdió un 40,3% en su cotización.
En el contexto semanal, la oferta propuesta por los productores australianos se posicionó en los 21.101 fardos, con un nivel de colocación del 87,5%. Previo a las ventas se retiró un 8,6% del total inscripto previamente. El mercado lanero australiano retomará la operativa la próxima semana, con una oferta de 20.359 fardos, que se distribuirán en los tres centros de ventas. Melbourne ofrecerá 10.249 fardos durante los días martes y miércoles, mientras que Sidney comercializará el martes 5.576 fardos y Fremantle el miércoles con 4.534 fardos.
Se comercializó un lote de lana Romney Marsh en Tacuarembó
En el repaso diario por los diferentes operadores del mercado, trae consigo la misma respuesta en los últimos dos meses, el mercado está paralizado a nivel interio.
La quietud del mercado internacional a raíz del Covid-19, se refleja en los bajos niveles de exportación de lana de nuestro país desde inicios de 2020, además de las diferentes variables que inciden negativamente en el mercado y que han determinado una baja significativa en los valores internos, respecto a la zafra pasada.
De acuerdo a los diferentes consignatarios, el mercado se encuentra sin operativa y con galpones llenos, con lanas a la espera del retorno de la actividad, tanto a nivel de intermediarios como en el predio de los propios productores.
De acuerdo a la información recibida por Faxlana, se colocó un lote de lana Romney Marsh en el departamento de Tacuarembó hacia una industria lanera nacional.
Se trata de un lote en el eje de los 30.000 kilos, acumulado de tres zafras, y que posee un micronaje situado en entorno a las 33 micras, que se colocó a US$ 1,00.
Para lanas en el eje de las 34 micras, en el mes de diciembre se alcanzaban valores de US$ 1,20, sin acondicionar.
El mercado lanero australiano volvió a registrar subas en el Indicador de Mercados del Este (IME), en una semana donde la calidad de la lana ofertada continúa siendo la principal variable a la hora de definir los valores para cada micronaje.
El IME ganó 11 centavos y cerró a US$ 7,64 el pasado miércoles luego de dos jornadas de ventas. En la moneda australiana dicho indicador cerró en A$ 11,79, con una suba de 9 centavos.
Hablar del mercado lanero interno, es hablar de tener paciencia y esperar. El mercado está paralizado hace varias semanas y desde el exterior, con China operando en el mercado australiano y los demás demandantes de la fibra sin actividad debido a la pandemia Covid-19, no se tiene una demanda que permita retomar los negocios a nivel interno.
Para una zafra que ronda los 25 millones de kilos de lana los productores acondicionan el 60%, donde hasta el momento se realizaban dos certificaciones de la cosecha a través de las grifas verde (colocada por la máquina de esquila) y la celeste (colocada por el productor). En los últimos años la última ha sido cuestionada por la industria topista y ha caído su importancia a la hora de negociar el precio del lote de lana.
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