El gobierno argentino dio por terminada la baja temporal de retenciones a la soja. Así, el poroto vuelve a tributar una alícuota del 33% y sus derivados del 31%. Los precios bajaron de forma inmediata y en la industria anticipan que se van a frenar las ventas. Salvo por las declaraciones pendientes de liquidación, esperan un menor flujo de divisas hasta noviembre, aunque no descartan que Economía en algún momento vuelva a conceder otra reducción. Quedan sin vender unos US$ 15.000 millones en granos.
En la previa del fin de semana largo en Estados Unidos, este viernes 4 se celebrará el Día de la Independencia, la soja cerró la rueda y la semana de Chicago con signo positivo, luego de un día en el que el mercado se llenó de rumores sobre posibles compras chinas del grano estadounidense algo que, en los papeles, no sucedió el jueves, lo que le resto algo de fuerza a las mejoras. Pese a esto, los operadores no pierden las esperanzas de que Trump anuncie algo importante en materia agrícola en el acto en el que participará este viernes en Iowa, un Estado que es el corazón agrícola de Estados Unidos, además de un polo de voto republicano. La posición agosto en Chicago ganó 2% y cerró a US$/t 388.
A horas de que finalicen las alícuotas reducidas de las retenciones a la soja y el maíz, mientras -en cambio- seguirán disminuidas para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo próximo, el balance de la medida que rigió desde fines de enero pasado muestra un impacto contundente: según estimaciones privadas, junio podría cerrar con un aporte de divisas por más de US$ 6.000 millones, un récord histórico para este mes. Algunos aventuran que ese número podría trepar incluso a US$ 7.400 millones. No obstante, no todo se contabilizaría este mes, sino que habría un efecto de arrastre de operaciones de estos últimos días hacia julio, informó La Nación.
“El sistema tiene que estar más alegre con la producción de verano, lástima que los mercados estén tan deprimidos”, señaló a Informe Tardáguila Juan Foderé, director de la empresa agrícola Fadisol. En una de las zonas de influencia de esta empresa (litoral sur), los rindes de soja se ubicaron en promedio kg/ha 3.200-3.300, mientras que la zona noreste estuvo sobre los kg/ha 2.700-2.800. “A nivel país, seguramente estemos sobre los kg/ha 3.000-3.100”, estimó el empresario.
Tras un cierre productivo de verano excelente, la zafra de siembra de cultivos de invierno se vio eclipsada por el clima. “Lamentablemente el área de siembra no va a reflejar la intención de siembra que teníamos hace un mes y medio atrás”, comentó Juan Foderé, director de Fadisol.
De acuerdo a los datos parciales de Aduanas de junio, hasta fines de la semana pasada las solicitudes de exportación de soja sumaban unas 513 mil toneladas, por un valor FOB de unos US$ 200 millones. El precio medio de exportación que figura es de US$/t 390.
Con un contexto comercial desafiante por una producción récord en el Mercosur y otras regiones, el ritmo de ventas al exterior de arroz desde Uruguay cayó durante el último mes. De acuerdo a las solicitudes de exportación de Aduanas, en junio se habrían embarcado poco más de 87 mil toneladas, bastante por debajo de las 122 mil toneladas que se habían exportado en mayo.
Fue muy negativo el balance de la semana para los precios de los granos en Chicago. Lo peor se lo llevó el trigo, mercado en el que los fondos desarmaron la prima de riesgo bélico sumada en pleno conflicto bélico en Medio Oriente y donde influyeron las perspectivas favorables para la cosecha que ya está en marcha en el hemisferio norte. Le siguió el maíz, afectado por la chance de una cosecha récord en EEUU y por la ausencia de acuerdos entre la Casa Blanca y los compradores de ese grano. Para la caída de la soja la preocupación central es la falta de interés chino en el grano estadounidense de la nueva campaña.
En un hecho sin precedentes, empresas chinas reservaron el primer cargamento de harina de soja procedente de la Argentina, según informó Reuters. La Nación pudo saber que el negocio, de unas 30.000 toneladas, fue realizado por Bunge. En el mercado se interpretó esto como “un gesto de China de que puede haber un futuro para el producto en la Argentina”, aunque otras fuentes fueron más escépticas: “no hay un cambio de tendencia, es algo puntual”. La harina de soja ingresa con un arancel del 5% mientras es 0% para el grano.
Todo apuntaba a que la superficie de invierno se encaminaba a ser una de las mejores de los últimos años. De hecho, según las proyecciones que divulgó Urupov —en base a las reservas de semillas legal en el mercado—, la superficie de siembra en esta campaña invernal llegaría a las 785 mil hectáreas (ha), un aumento de unas 50 mil ha versus la campaña anterior, y solo superada en los últimos 26 años por la campaña del ejercicio 2022/23 (861 mil ha).
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