La faena de vacunos en los dos primeros meses del año aumentó y, sin embargo, las dos categorías que contribuyen con más cabezas al total (novillos 2-4 dientes y vacas de refugo) disminuyeron. En el último año y medio se ha dado un aumento en la edad media de faena de los novillos, ya que la disminución de los de 2-4 dientes vino de la mano de un aumento de la faena de animales de más edad. Sin embargo, esto no se transformará en una tendencia y se revertirá de forma relativamente rápida.
Se estima que la edad media de faena de novillos tocó un piso histórico a mediados de 2023, con un promedio de menos de 30 meses. Desde entonces la tendencia se revirtió y en los 12 meses a febrero de 2025 la edad promedio se estima en casi 31 meses. Hubo un descenso en la faena de novillos de 2-4 dientes y un aumento de los de 6 dientes y en los boca llena.
Los novillos de 2-4 dientes llegaron a significar 62% de la faena de novillos en 2023; en los 12 meses a feb-25 fueron el 54%. A su vez, los de 6 dientes y más viejos pasaron de 28% a 37% del total. Hubo dos razones para que se quebrara esa tendencia, la primera de índole climática y la segunda de mercados. La que más pesó fue la primera. La impresionante sequía de 2023 impidió que la recría mantuviera el paso acelerado de los años anteriores, a lo que se sumó el menor incentivo vía precios por la fuerte baja de la cotización de los animales a faena. Esa situación de 2023 se vio complementada al año siguiente con la imposibilidad de siembra de verdeos y praderas por la continuidad de las lluvias a partir de mediados del otoño y durante el invierno. Además, no permitió el normal aprovechamiento de lo ya sembrado.
Por lo tanto, hubo dos años consecutivos con dificultades climáticas que impactaron en la velocidad de la recría que hizo que los animales llegaran a peso de faena más tarde. Además, los mercados no contribuyeron para incentivar la inversión en alimento.
Todo eso cambió. Se salió del verano con condiciones forrajeras óptimas y los incentivos por el lado de los precios son claros. Los corrales están llenos. Ya se comenzó a advertir un crecimiento en la faena de novillos diente de leche y seguramente eso llegará a los de 2-4 dientes.
Los novillos jóvenes empezarán a crecer nuevamente como proporción del total de novillos faenados, pero hay algo que juega en contra del crecimiento en valor absoluto y es la exportación en pie. Entre 2023 y 2024 se exportaron unos 500 mil terneros que son animales que comenzaron a faltar para la faena a partir del segundo semestre 2024 y que lo seguirán haciendo este año. Además, la expectativa es de una intensa demanda desde la exportación en pie este año. La competencia por animales jóvenes es intensa (se refleja claramente en los precios) y lo seguirá siendo este año.