El Instituto Nacional de Carnes (INAC) invitó a la nutricionista estadounidense Diana Rodgers a hacer una conferencia en el marco de la Expo Prado. Rodgers es una defensora de la sustentabilidad y del consumo de lo “alimentos reales”, según ella misma expresó.
Rodgers fue diagnosticada celíaca a los 26 años, por lo que desde entonces no consumió más alimentos que contuvieran gluten. Como nutricionista, profundizó en el consumo de carnes y decidió contrarrestar a su manera dos tendencias que, en ese momento, comenzaban a predominar. Por un lado, las dietas vegetarianas y, por otro, el consumo de alimentos ultra procesados.
Para Rodgers, “la ciencia no estaba siendo proactiva” señalando las bondades del consumo de carnes. “La carne es algo que los humanos necesitamos consumir, como omnívoros que somos”, expresó.
Rodgers escribió un libro denominado Sacred cow (Vaca sagrada) y ya visitó 10 países para “ayudar al sector productivo en contra de la narrativa dominante” respecto al consumo de carnes. Dijo que en el caso concreto de Uruguay, cuenta con “muy buenas condiciones para la producción sostenible de carne vacuna”.
La nutricionista estadounidense aseguró que la carne, en especial la vacuna, “contiene nutrientes que no se obtienen de las plantas”. Entre estos, dijo que los más importantes son el hierro, de la que “la carne es la mejor fuente”, así como la vitamina B12.
Consultada respecto a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no consumir más de 500 gramos de carne a la semana, la nutricionista dijo que “no hay evidencias científicas” en cuanto a que tenga que haber un consumo máximo de carne. Desde su punto de vista, hay un “mínimo umbral de proteína” que el humano debe consumir. Aunque no hay una recomendación en cuanto a un consumo mínimo de proteína animal, la especialista dijo que ella recomienda “un mínimo de 100 gramos de proteína de origen animal por día”.