Con agilidad y demanda, la cabaña Ñu Porá, junto a Santa María de Arapey, concretó un remate excepcional de toros Polled Hereford, logrando ventas totales y un promedio de U$S 4.517, cifra que representa un aumento cercano al 30% respecto al año anterior. La subasta a cargo de las firmas Indarte y Cía. y Escritorio Dutra, tuvo lugar en la propia estancia Ñu Porá, en el departamento de Paysandú, y con todos los toros pre-ofertados antes de que sonara el primer martillazo, el remate alcanzó el 100% de la oferta.
El evento tuvo además un momento emotivo, cuando la familia Parietti Henderson rindió homenaje al médico veterinario Alfredo Ferraris, reconociendo sus más de 40 años de trabajo dedicado a la sanidad y desarrollo genético de la cabaña. Con una placa conmemorativa, el gesto reflejó el vínculo humano y profesional que ha sido parte del crecimiento sostenido de Ñu Porá.
El martillo estuvo a cargo de Carlos Mariano Álvarez y Alejandro Dutra, quienes condujeron la subasta. Los toros fueron comercializados en forma alternada entre ambas cabañas, con valores destacados. Ñu Porá colocó 37 toros entre U$S 6.360 y U$S 3.000, con un promedio de U$S 4.404, mientras que Santa María de Arapey vendió 16 toros entre U$S 6.180 y U$S 3.360, con un promedio superior de U$S 4.777. En conjunto, los 53 toros promediaron U$S 4.517.
El anfitrión, Carlos Parietti Henderson, se mostró muy satisfecho con el resultado. “Fue una subasta muy positiva, donde anduvimos mejor que el año pasado y muy ágil, en donde en poco más de una hora se despacharon todos los toros”, señaló. Destacó además la presencia de compradores en el propio predio, un aspecto que marcó la diferencia: “La mayoría de la gente vino a la estancia y no tanto por teléfono, con compradores de muchos puntos del país”. Para Parietti, este contacto directo con los productores reafirma la confianza y el valor de mantener el vínculo tradicional entre cabañas y clientes.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Gonzalo Indarte Gianoni, director de Indarte y Cía., calificó la jornada como “un rematazo, con gran agilidad y demanda”. En su análisis, subrayó una característica que ha definido la actual zafra: “Hay una elección muy cuidadosa de toros, pero hoy no hay compradores de volumen; cada productor selecciona lo que necesita con mucha precisión”. Además, reconoció que los promedios obtenidos confirman una tendencia general del mercado: “Se dio una constante de la zafra, con subas en los promedios entre 25 y 30 por ciento”.
Indarte también destacó que gran parte de las operaciones se concretaron desde el propio local de remate, lo que aportó. En su opinión, la respuesta del público es un reflejo del buen momento de la ganadería uruguaya, impulsada por la calidad genética, el profesionalismo de las cabañas y un escenario de precios firmes tanto para la reposición como para la faena.