La producción australiana de carne vacuna podría aumentar en el primer semestre de 2023, a medida que el stock siga reconstituyéndose, lo que incrementaría la oferta para los mercados de EEUU, Japón y Corea del Sur, según recoge el medio BNN Bloomberg.
Así, el citado medio detalla que las favorables condiciones climatológicas han mejorado las pasturas, lo que ha permitido a los productores seguir aumentando el número de cabezas de ganado tras años de sequía, que terminó en 2020, según el Banco Rural de Australia en sus perspectivas agrícolas. Con el aumento de la tasa de faena, es probable que la producción de carne bovina aumente un 5% en el primer semestre, aunque seguirá estando muy por debajo de la media, según el Banco Rural de Australia. El ritmo de faena seguirá viéndose limitado por la falta de mano de obra para la industria frigorífica.
Por otro lado, se prevé que la demanda china de carne vacuna importada disminuya ligeramente a medida que aumente la oferta nacional, según el banco. Además, es probable que los importadores de la mayor economía de Asia favorezcan los suministros brasileños, ya que las prohibiciones a varios frigoríficos australianos siguen vigentes.