En las ventanas de cuota 481 de los dos últimos años el precio del novillo proveniente de pasturas bajó. “Siempre pasa lo mismo”, decía una columna publicada el pasado 25 de abril. Esta ventana por la que se transcurre ahora sería la excepción, ya que los precios, aunque dejaron de subir, no muestran una trayectoria bajista.
La baja promedio entre el inicio y la finalización de las pasadas ventanas de cuota, cuando buena parte de la industria se concentra en faena de animales de corral —que son propios o adquiridos con anticipación — ha sido de US$ 21 centavos, con un piso de 7 centavos y un máximo de 40 centavos por kilo carcasa.
La reducida oferta de animales disponibles durante estos últimos meses podría ser una explicación de la firmeza de los precios del gordo a pesar de la ventana de cuota. Sin embargo, operadores consultados coinciden en que la oferta aumentó en las dos últimas semanas, seguramente como respuesta a la significativa mejora en las condiciones de las pasturas sembradas con el avance de la primavera.
Hay otro factor que quizás esté teniendo incidencia en esta estabilidad en los precios del gordo a faena y está relacionada con la mejora en los precios a los que se están haciendo los negocios en el mercado internacional. En la feria del Sial en China, que culminó a mediados de la semana pasada, los exportadores brasileños lograron torcerles el brazo a los importadores chinos y mejoraron los precios de venta. Los 8 cortes del delantero, el principal commodity que coloca Brasil en China, se vendió por encima de los US$ 5.000, lejos arriba de los poco más de US$ 4.000 que había tocado a mediados de año y unos US$ 300 más arriba que las ventas que se habían hecho antes de que comenzara la feria.
No hay duda de que la suba de los precios de exportación del principal proveedor del mercado chino impacta en los precios de venta de los demás exportadores, fundamentalmente argentinos y uruguayos. Quizás lo que haya pasado en esta ventana de cuota, entonces, es que la suba de los precios de exportación permite pagar precios más altos por la materia prima y, en un contexto de una oferta que, más allá de que haya crecido, no es demasiado abundante, está la posibilidad de agregar algún centavo adicional en los precios del gordo, manteniendo las referencias de las semanas anteriores.