Las exportaciones de carne vacuna del Mercosur alcanzarán un récord este año y el próximo se contraerán debido a una menor producción de carne y al previsto aumento en el consumo doméstico en algunos países.

En 2024 se faenarán en el bloque un récord de más de 55 millones de vacunos como consecuencia fundamentalmente del aumento en Brasil debido al proceso de liquidación de existencia por el que el país atraviesa. La producción de carne y las exportaciones desde el Mercosur también serán récord este año, con casi 14 millones de toneladas producidas y más de 5 millones de toneladas carcasa exportadas.

De acuerdo a proyecciones de Faxcarne, en 2025 la situación cambiará, con un descenso de la faena que, en principio, se proyecta en el entorno de 3,4 millones a 51,8 millones de cabezas. El descenso de la producción de carne será proporcionalmente menor debido a una menor proporción de vacas dentro del total faenado, cuyas carcasas tienden a ser más livianas que la de los machos.

Esta menor producción se reflejará en un descenso en las exportaciones. Se prevén exportaciones de carne vacuna desde el Mercosur en 2025 entre 250-300 mil toneladas inferior al récord de este año, con descensos fundamentalmente en Brasil a 3 millones de tons.

Si la economía de China comienza a mejorar, el año que viene podría captar una porción mayor de las exportaciones que en el corriente, por lo que las ventas a este destino podrían caer menos que el global. De todas formas, la expectativa es que siga por debajo del 53-55% del volumen exportado en 2022 y 2023.

En el caso de Argentina, aunque la expectativa es de un segundo año consecutivo de descenso de la faena, la crisis económica por la que atraviesa el país seguramente todavía no habrá quedado definitivamente atrás el año próximo, por lo que es factible que quede un saldo exportable moderadamente superior en 2025. A su vez, si el tipo de cambio al que liquidan las ventas los exportadores tiende en el mediano plazo a acercarse al dólar blue (como afirma el gobierno) las exportaciones ganarían competitividad respecto al mercado interno. Lo mismo sucedería si se quita el impuesto a la exportación, otro objetivo del actual gobierno para el mediano plazo.