El vicepresidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Washington Ribeiro, expuso en la 79° Exposición Internacional de Ganado Lechero y Ovino de San José. El economista Ribeiro participó como invitado a la mesa de intercambio denominada “La política cambiaria en el Uruguay. El impacto del dólar en el sector agroexportador”.
En primer lugar, Ribeiro expresó que para el Banco Central es una enorme satisfacción compartir estas instancias de diálogo con los sectores productivos y, en general, con la sociedad uruguaya.
En su presentación, habló de la visualización de la política monetaria y señaló que la política cambiaria desde el Banco Central es neutra: “Nosotros desarrollamos una política monetaria con el fin de combatir la inflación”, dijo Ribeiro, y añadió que el régimen en Uruguay es de libre flotación, donde el valor del tipo de cambio queda definido por la oferta y la demanda, además de otros factores internacionales.
“Entendemos que un país serio merece tener una moneda fuerte, que no se decreta, ni se importa, sino que se forja al impulso de una inflación baja y perdurable”, agregó Ribeiro. Enfatizó que con esa finalidad se desarrollaron una serie de medidas “procurando sentar las bases para que, una vez pasada la pandemia, el Banco Central pudiera desplegar una orientación de política monetaria para controlar la inflación”. En este sentido, recordó que las decisiones las toma el Comité de Política Monetaria y que el Banco Central, en coordinación con el gobierno, decide el rango meta, que en el año 2020, se decidió estrechar a entre 3% y 6% (antes era de entre 3% y 7%).
Del mismo modo, el vicepresidente del Banco Central explicó que el BCU en 2020 volvió a utilizar la tasa de interés a los efectos de controlar la inflación. En este sentido mencionó que se crearon nuevas instancias de difusión de la política monetaria y de diálogo con partes interesadas como analistas económicos y cámaras empresariales, entre otras.
El vicepresidente del BCU también habló de los cuatro mandatos del Banco: la estabilidad de precios, la estabilidad del sistema financiero, la estabilidad del sistema de pagos y un cuarto cometido vinculado a la educación financiera: “Era el momento para que Uruguay alcanzara niveles de inflación estándar a nivel internacional” y “una inflación baja es la mejor forma que el Banco Central tiene de contribuir al bienestar de la población y al crecimiento económico”.
Por otra parte, explicó la relevancia de las expectativas para el diseño de la política monetaria: “Estamos conformes con el resultado obtenido, pero las expectativas a dos años se ubican en 6,2%, por fuera del rango. Esto quiere decir que estamos en el lugar que queríamos estar, pero el combate a la inflación debe continuar”, indicó.
“El Banco Central entiende perfectamente la realidad, pero nuestra mejor contribución al crecimiento es controlar la inflación. Y a partir de allí podremos tener un nuevo paradigma, una nueva forma de ver la política monetaria”, señaló el vicepresidente del BCU.
En la mesa de intercambio también participaron el ministro (interino) de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa; la economista de la Unión de Exportadores del Uruguay, María Laura Rodríguez; el productor lechero de San José, Carlos Torterolo; y el productor y expresidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gabriel Capurro. Fuente: BCU