Barbados trabaja en forma intensa para asegurar la disponibilidad de agua para su agricultura y hacer frente a períodos de sequía que se hacen cada vez más largos, probablemente debido al impacto del cambio climático, explicó Indar Weir, ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de este país del Caribe, durante una entrevista con el programa AgroAmérica, que se emite por el canal brasileño de TV Agro Mais.
“El agua es un serio problema para la producción de alimentos en Barbados y constituye uno de los mayores desafíos para los agricultores. Por eso estamos creando reservorios en toda la isla, de manera de asegurar que haya agua disponible en la estación seca”, explicó el ministro. En Barbados, la época seca es la del invierno y la primavera boreales. Luego comienza la temporada de huracanes.
“Si mejoramos la captura de agua en la temporada de lluvias, que comienza en junio, veremos una mejoría en el abastecimiento de agua durante la próxima estación seca. En el área urbana estamos instalando un sistema para captar 80 millones de litros de agua, a través de un reservorio. Y en el este de la isla estamos construyendo dos represas, una de 27 millones de litros y otra de 88 millones de litros, cuya función será proveer constantemente a los agricultores. En el norte, que es la parte más rural de la isla, estamos limpiando los pozos de agua dulce y pensando en hacer otra represa para agricultores. Esto, obviamente, va a significar inversiones importantes y estamos analizando cómo podemos garantizarlas”, detalló Weir.
El ministro reveló que el sector agrícola barbadense tuvo un crecimiento del 1,9% el año pasado, a pesar de la pandemia de Covid-19 y debido a la buena planificación. Sin embargo, la situación empeoró en 2021: “Fuimos confrontados con otra variante del Covid-19 y por eso tuvimos que imponer un período de pausa, en el cual el país no tuvo demasiada actividad económica. El turismo está lejos de su movimiento habitual y eso impacta sobre los agricultores, que comenzaron a reducir sus cultivos”.
Weir también se refirió al impacto sobre la agricultura de Barbados de la erupción del volcán La Soufrière, en la vecina San Vicente y Granadinas, en abril pasado. Contó que, si bien la actividad agrícola debió interrumpirse durante algunos días y se perdieron cosechas, los minerales y nitratos que las cenizas trajeron a los suelos podrían mejorar su fertilidad en el largo plazo.
“Hemos tenido suerte –reconoció- porque hay aspectos positivos de la llegada de las cenizas. En el corto plazo el impacto es preocupante, ya que se redujeron las cosechas de caña de azúcar y de algodón. Pero en el largo plazo nos puede dar un aumento de la producción. Las cenizas se integran al suelo y mejoran su equilibrio de acidez. Creo que el año próximo podremos ver los beneficios derivados de las cenizas. Todos los científicos y técnicos coinciden en que son buenas para la agricultura, como otra forma de fertilizante. Hicimos algunas pruebas y estamos satisfechos con los resultados”.
El ministro también se refirió al destacado papel que podría cumplir la tecnología y la innovación en la mejora de la producción agrícola barbadense: “Nuestros agricultores están interesados en la tecnología. Estamos pensando en la utilización de drones para pulverizaciones y para controlar el estado de las cosechas”.
En ese sentido, Weir destacó el apoyo que ha recibido el sector agrícola de Barbados de parte del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA): “Recibimos mucho apoyo técnico. El Instituto ha estado involucrado en el entrenamiento de muchos de nuestros jóvenes. También en el desarrollo de la apicultura; tenemos más apicultores hoy. Además trabaja en medidas sanitarias y fitosanitarias”.
“El IICA está a la vanguardia –agregó- y ahora se está creando un Centro de Innovación en el Ministerio de Agricultura en Barbados, proyecto que el Instituto está liderando, proveyendo asistencia técnica para que pueda funcionar a la altura de las exigencias del siglo XXI”.