Este jueves en la mañana el ministro interino de Ganadería, Ignacio Buffa, y el director de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería (MGAP), Diego De Freitas, se reunieron con la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra) para analizar las últimas novedades que han surgido en Brasil tras un caso de Newcastle en Rio Grande do Sul, detectado hace una semana atrás. La enfermedad de Newcastle causa problemas respiratorios en las aves y puede provocar su muerte.
Federico Stanham, director ejecutivo de la Cupra, explicó en diálogo con Informe Tardáguila por qué pretenden que se frene todo el comercio de carne aviar con Brasil en forma preventiva y por qué están “preocupados” por el brote de la enfermedad. En la reunión, el MGAP transmitió que la información que pudo recabar a través de su par (el MAPA) es que se trata de un “caso aislado” en una granja con “muchos problemas de bioseguridad” y con “afectaciones logísticas importantes” producto de las últimas inundaciones que sufrió este estado brasileño. El contagio se habría dado a través de una paloma que contagió a algunos de los pollos de ese lote. De todas formas, en los controles que se hicieron posteriores a ese criadero en un radio de 5 y 10 km a la redonda no se detectaron indicios de la enfermedad, con algunas sospechas que se testearon y dieron negativo. Así el MAPA procedió a la clausura de esa granja por 90 días, el sacrificio de todas sus aves, y la desinfección total.
A juicio de Stanham, más allá de la devolución que dio el MAPA, “la situación es muy grave”. En ese sentido, indicó que esto podría asimilarse, por ejemplo, a un Brasil libre de aftosa sin vacunación al igual que Uruguay y que aparezca un brote en Rio Grande do Sul. En el caso de Newcastle, Uruguay es un país libre sin vacunación para los pollos y solamente se vacunan las gallinas ponedoras, con el mismo status para Brasil. “Haciendo la analogía con la fiebre aftosa, salvando las distancias entre lo que es una y otra enfermedad, es muy preocupante. Después de muchísimos años aparece la enfermedad del Newcastle en un Estado limítrofe y Uruguay es libre sin vacunación. Eso amerita un análisis, a nuestro criterio, muy profundo de la situación”, consideró.
Para el director ejecutivo de la Cupra, es necesario “tomar muy al detalle” toda la información que llega desde Brasil para verificarla, tener una mayor tranquilidad, y “no dejar nada librado al azar. Por ese motivo, entre otras cosas, pedimos frenar todo el comercio de carne aviar con Brasil por el tiempo que sea necesario para hacer esa evaluación de riesgos”, reclamó. Esto porque el período de incubación de la enfermedad es de 21 días y pudo haber movimientos de mercadería desde Río Grande do Sul a otros estados, por ejemplo.
Por el momento, el protocolo vigente con Brasil dispuso el autoembargo de ese país para las exportaciones de carne aviar a Uruguay solamente desde el estado de Rio Grande do Sul.
Para Stanham esa medida preventiva de suspender las importaciones a todo Brasil, “no pone en riesgo el abastecimiento” porque actualmente está ingresando carne aviar desde EEUU, Argentina y Chile, por lo que no puede considerarse como “una medida proteccionista de Cupra tratando de capitalizar” la enfermedad que apareció en el principal proveedor de carne aviar de Uruguay. “Se podría traer la misma carne de esos tres orígenes sin ningún tipo de problemas”, aseguró.
En total, el Mapa estableció restricciones a las exportaciones a más de 40 destinos. Brasil produce alrededor de 1,2 millones de toneladas de carne de pollo al mes, de las cuales se exportan, en promedio, 430 mil tons. Los embargos voluntarios anunciados hasta ahora por Brasil afectarían a entre 50.000 y 60.000 toneladas mensuales de carne de pollo, que podrían ser redirigidas a otros mercados, según la ABPA.
De acuerdo con los datos aduaneros, en el acumulado enero-julio Uruguay importó unas 2.200 toneladas de carne aviar por unos US$ 5,3 millones a un valor medio de US$/t 2.860.
El principal proveedor fue Brasil con 879 toneladas (53,5%), seguido por Argentina (28,4%) y Chile (12,6%). La participación de las importaciones en el consumo de carne aviar en Uruguay apenas llega al 5,2% del total en lo que va de este año, según datos de INAC.