La liquidación parcial del plantel de La Madrugada de Gaudín, en la propia estancia, tuvo el marco de una cabaña con historia y el reconocimiento de los criadores por la genética expuesta en la pista.
El trámite comenzó ágil y con rápida colocación por los toros de punta, de tres años, sin embargo cuando ingresaron los toros haciendo los años, reproductores de campo, sin la preparación de los toros de la puntera, el remate tuvo un enlentecimiento en los negocios, sin embargo sobre el cierre de las ventas con los toritos de año el mercado se recupero ràpidamente.
En lo que respecta a los valores, los toros mochos pedigree de 3 años se pagaron a US$ 3.129, los mochos PO a US$ 3.816 y los astados de pedigree en US$ 2.730. En total los 23 toros de 3 años hicieron US$ 3.209.
En los toros haciendo los dos años, de campo, los valores estuvieron en US$ 1.577 para los mochos PI, US$ 2.580 para los mochos PO y US$ 2.130 para los astados PI. En total se comercializaron 15 toros de dos años a US$ 1.992 de promedio.
Luego entraron a la pista los toritos haciendo el año, donde los 33 ejemplares comercializados se pagaron US$ 1.442 de promedio. Los mochos pi se pagaron US$ 1.500, los mochos PO en US$ 1.446 y los astados PI en US$ 1.290.
En los vientres se comercializaron las vaquillonas de pedigree de más de 2 años en US$ 900 de promedio.
Al cierre de las ventas, el rematador Gastón Araujo agradeció a clientes y amigos que acompañaron las ventas y remarcó los buenos valores en la puntera del remate y en los toritos.
Tanto Araujo como el martillero Enrique Beriau, señalarón que fue un remate muy especial, por ser el último remate de la cabaña. Beriau recordó que hace más de 20 años estvo al frente de dicha venta.
Por su parte Juan Luis Gaudín, dijo que el remate fue bueno, se pagó muy bien la mayor parte de la oferta. El productor recordó que se quedaba con los vientres de plantel, y que su deseo es "jubilarme como cabañero".