Luego de cerrar su primera etapa de 10 años, el Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas (CRILU) está comenzando a desarrollar su segundo período, donde se decidió abrir un llamado a nuevos consorciados. Este viernes 19 de agosto vence el plazo para aquellos productores interesados, que en esta oportunidad está abierto a todos los productores ovejeros, más allá de la raza en particular.
El Dr. Juan Pérez Jones, presidente del CRILU, explicó que si bien “había demanda” de productores interesados en ingresar al consorcio, “teníamos un compromiso con INIA, nuestro socio principal, de 10 años que vencieron el año pasado”, por lo que está abierto el llamado a integrarse a esta nueva etapa que “se va a redimensionar, no solo en cantidad de productores sino que va a seguir trabajando en agregar valor a las lanas que se produzcan y también la intensión de valorizar la carne merino en estos sistemas de producción”.
El productor dijo que también se continuará trabajando en la capacitación y transferencia, con productores, técnicos y colaboradores en los predios, “porque esto es una producción especializada y se viene cada día con más requisitos para entregar un producto que pueda competir a nivel mundial”.
Recordó que en los comienzos del Proyecto Merino Fino, a comienzos de los 90, se evaluaron más de 5.000 borregas de un importante número de productores y se definieron las 500 que terminaron conformando el núcleo Merino Fino que existe en INIA Glencoe. Teniendo en cuenta que los productores recibieron en ese proyecto un carnero cada 10 borregas aportadas, se entendió que el costo de las ovejas aportadas, ya estaba cubierto. Al crearse el CRILU, los productores que se integraron al consorcio debieron hacer un aporte que en su momento fue de US$ 5.000.
En esta oportunidad “los productores fundacionales seguimos con nuestra cuota parte” dijo el presidente del consorcio, quién explicó que existen dos modalidades para integrarse a la nueva etapa.
La primera “es con un aporte de US$ 6.000, y el productor tiene los mismos derechos que los consorciados fundadores, participa de un sorteo todos los años de un borrego (con la compra de una bolilla” dijo Pérez Jones. La segunda modalidad, “tiene un aporte de US$ 1.000 y ahí tiene derecho a toda la parte de investigación e innovación, participación en proyectos y el acceso a genética que tenemos todos los consorciados, vía semen fresco de los padres del núcleo o semen congelado”.
El presidente del consorcio indicó que en la página web de la institución se encuentra toda la información y recordó que se tiene tiempo hasta mañana 19 de agosto para quienes estén interesados en integrarse al consorcio. Si bien en la oportunidad el llamado es a todos los productores ovejeros, más allá de una raza en particular, se aclaró que los consorciados deben ser socios de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay.