La cooperativa Central Lanera Uruguaya y la Consultora APEO presentaron el pasado viernes un proyecto para la producción intensiva de corderos en base a un sistema de cría ovina, en contra estación. En dicha jornada organizada en salones de CALSAL en Salto, se presentaron números de una producción ovina con una base de 140% de señalada, sobre un área de 140 hectáreas con 70% de la misma mejorada con pasturas, alcanzando ingresos por encima de los 340 dólares por hectárea.
El Jefe de Promoción de CLU, Martin Risso, dijo que “la idea es generar algo totalmente disruptivo, pensando una forma diferente de producir carne ovina o lana”. Recordó que los números del negocio ovino, o el margen bruto del ovino, “es muy bueno”, pero advirtió que siempre se basan en “sistemas de invernada” que actualmente se hacen insostenibles con “la compra y venta de corderos”. En este sentido puntualizó que actualmente “los puentes verdes y las praderas soportan altas cargas pero hacen casi inviable el negocio” debido a que se necesitarían adquirir entre 4.000 y 6.000 corderos lo que hace inviable “replicar ese modelo de negocio a lo largo y ancho del país”.
La propuesta presentada se basa “en un nuevo sistema que trae como base es la cría con alta eficiencia productiva”, para ello se plantea una “señalada del orden del 140%” destinándose posteriormente los corderos a un sistema de producción intensiva en espacios reducidos “estamos presentando u ofreciéndole a los productores para que destinen las 100 o 150 hectáreas mejores del campo para este sistema que viene de la mano de la tecnología en cuanto a los insumos a las pasturas, nuevas variedades, que te garanticen disponibilidad forrajera en verano” señaló.
La base de este proyecto es la producción de corderos contra estación, “porque si estamos hablando de producir en este proyecto, 20.000 o 30.000 corderos más para noviembre o diciembre lo más seguro es que tengamos un problema en cuanto a la colocación de los mismos” dijo Risso. El profesional señaló que el proyecto incluiría entre 20 a 30 productores y recordó que a pesar de los esfuerzos y el trabajo de CLU en acuerdo con la industria “siempre hay algún atraso en la carga” por lo que sumar ese volumen de corderos generaría mayores dificultades.
Actualmente el productor traslada la invernada de corderos para embarcar en los meses de octubre y noviembre, teniendo en cuenta que son los meses de mayores valores en la industria, por lo que se explicó en la reunión que CLU se encuentra negociando con la industria para alcanzar acuerdos “que permita desestacionalizar pero con volumen”, de lo contrario “en los meses donde hay menor faena la industria no puede conseguir valores, porque no puede conseguir clientes y entonces el productor se desestimula y sigue difiriendo la invernada a octubre y noviembre”.
El integrante de la cooperativa reconoció que el precio del cordero es un tema que el productor estudia a la hora de analizar estos proyectos, sin embargo dijo que “cuando hablamos de señaladas de 140%, el precio no incide, lo que más incide es el porcentaje de señalada, y la carga que soporta el sistema”.
En este sentido señaló que “si uno compara sistemas tradicionales con señaladas de 80 o 90% y cargas de 4 o 5 ovejas por hectárea contra esos sistemas de 140% de señalada y carga de 7 u 8 ovinos por hectárea, realmente el precio pasa a ser algo residual”. A pesar de ello remarcó que “la idea también es proporcionarle un sobreprecio en esos meses de contra estación”.
El proyecto impulsa el nacimiento de los corderos sobre las praderas y que continúen en las mismas hasta su destete en el mes de enero, luego se retiran las madres al área no mejorada para alcanzar en “abril, mayo, corderos prontos para embarcarse con 34, 38 kilos de peso vivo, y en esos meses la idea es también generar un sobreprecio para que el productor de vuelta no se desestimule con el tema el precio” dijo Risso.
En cuento a la información generada para presentar en este proyecto, la cooperativa contrato a la Consultora APEO “para que fueran ellos los que mostraran los números del negocio ovino y no Central Lanera, porque siempre esta aquello que lo diga el otro es mucho mejor que lo diga uno”. En cuanto a los números del negocio ovino dijo que “realmente rompen los ojos, el margen bruto del ovino no es comparable con cualquier otro negocio de invernada eso está claro”.
Si bien reconoció que “pueden haber limitantes del punto de vista de mano de obra, hasta de predadores y abigeato, eso está clarísimo y obviamente que esta sobre la mesa, a la hora de comparar los negocios el margen bruto del ovino realmente rompe los ojos y eso es lo que vinimos a mostrarle a los productores”.
Risso explicó que el proyecto no pretende que el productor “deje de hacer lo que viene haciendo, simplemente dentro de su esquema productivo, si pueden destinar esas 100, 140 hectáreas de praderas artificiales, de pasturas, para los ovinos, para probar con estos sistemas se los estamos recomendando porque realmente el margen bruto rompe los ojos” remarcó. “Tenemos que estresar al máximo la producción ovina, sin cambiar la estructura de majada que pueda tener el productor o sin cambiar su estructura de negocio con la invernada de vacunos, o ciclo completo de vacunos” dijo el profesional.
El proyecto plantea a los productores interesados un apoyo económico no reembolsable de US$ 9.000, de los cuales US$ 6.000 se entregan en efectivo y US$ 3.000 en asesoramiento técnico. “El productor va a contar con esos 6000 dólares para usarlos en lo que desee, obviamente que no van a permitir que el productor sino tiene adquiera 500 vientres o necesite sembrar 100 hectáreas, con eso no se costea, pero hace de starter impulsor para el cambio” dijo. Más allá de los apoyos no reembolsables, Risso confirmó que la cooperativa está trabajando en la creación de “créditos de mediano y corto plazo” y que además “con los operativos se pueden financiar también, con los adelantos que le damos a los productores por cordero inscripto”.
El proyecto durará tres años y la idea central de la cooperativa es que durante ese período el productor se comprometa con “la producción tanto de lana como de corderos”. En principio “si el proyecto sirve” la intención es que “toda la producción del predio entre en el sistema”, sin embargo explicó que “de todos modos después se evalúa caso a caso de acuerdo a los requerimientos de los productores”. Risso explicó que además de los US$ 9.000 de apoyo que recibirá el productor de forma no reembolsable, también accede a “todo el Now How que adquiere al tener el contacto con los técnicos porque la idea es protocolizar estos sistemas, hacer un seguimiento del predio anualizado en los tres años”.