En el marco Foro Inale 2023, Juan Daniel Vago, presidente de la institución, presentó la Guía para la Formulación del Plan Estratégico para el Desarrollo de la Cadena Láctea y Francisco Rostán, economista de Inale, analizó el impacto de aumentar en un 100% la producción de leche desde 2021 a 2035 a unos 4.000 millones de litros.
El economista recordó que la lechería uruguaya estuvo prácticamente con tasas de muy magras de crecimiento desde el inicio del siglo pasado hasta la década de 1980. Precisamente, desde 1985 a 2014, la lechería uruguaya se expandió a un promedio anual del 5%, en el marco de acuerdos comerciales como el CAUCE, PEC y Mercosur. Además, se dieron mayores inversiones en la pata industrial y cambios tecnológicos en la fase forrajera de la lechería. No obstante, entre 2015 y 2022 se dio una baja en la remisión de leche en medio de una crisis y cambio en la composición de exportaciones que determinó un aumento fuerte en las exportaciones de leche en polvo (+7,6% anual) en detrimento de una los quesos (-1,6% anual). Durante esos siete años, la remisión creció a un promedio anual del 1%.
Actualmente, la lechería uruguaya pesa 1,12% en la economía uruguaya, mientras que 1 de cada 100 empleos pertenece al sector.
De acuerdo a las proyecciones que manejo Rostán, se espera que la producción de leche crezca 61% tendencial a 2035. Pero si se la agrega una mejora en la productividad total de factores (PTF) tanto en la industria como los tambos, se puede crecer otro 39%. Ello implicaría que la producción de leche debería crecer a una tasa promedio anual del 4,8% hasta 2035, muy similar al que se tuvo durante el período 1985-2014 (5%). “Es una cifra alta pero que ha sido alcanzado por Uruguay”, destacó el economista del Inale.
En el caso de los tambos, los principales factores que inciden en la mejora de la productividad es el gerenciamiento de los establecimientos y la genética del rodeo lechero, según la evidencia internacional. En el caso de la industria, aparecen el capital humano, el cambio tecnológico, eficiencia en la producción, y la incorporación de I+D con nuevos productos y procesos.
En cuanto a las exportaciones, elevando en 100% la producción a 2035, las exportaciones de lácteos superarían los US$ 1.500 millones. En 2020, se habían exportado unos US$ 700 millones. Respecto a la tendencia prevista, los ingresos de divisas aumentarían en US$ 2.800 millones.
Además, durante el período (15 años) esta expansión potencial del sector lácteo le sumaría un valor agregado a la economía uruguaya de US$ 2.375 millones por arriba de su tendencia. “Es un sector que tiene mucho impacto y encadenamiento económico”, resaltó Rostán.
Además, este proceso de incremento de la productividad logaría incrementar los niveles de empleo tanto en la industria como en los tambos.