El precio de la leche cobrada en enero y pagada en febrero que divulgó Cepea-Esalq/USP fue de R$ 2,1397 por litro en el “promedio Brasil” neto frente a enero, un aumento de 3 céntimos por litro (alrededor de +1,4%), lo que equivale a unos US$ 0,41.

La producción aún sufre los efectos del fenómeno de La Niña, con fuertes lluvias en el sureste y sequía en el sur, impactando la calidad de las pasturas y la producción de ensilaje. Como se analizó en la Previsión del IBGE para la remisión del cuarto trimestre de 2021, el clima, sumado a los altos costos, trajo caída en la producción, limitación de la oferta, lo que llevó a una disputa más feroz por la leche por parte de la industria, escenario que impulsó las alzas de precios.

Además de las dificultades con las pasturas y el ensilaje, los granos también se ven afectados por los problemas climáticos, lo que lleva a un aumento de sus precios, y afecta el poder adquisitivo del productor.

En diciembre se necesitaban 41,5 litros de leche para comprar un saco de maíz de 60 kg, valores que se reajustaron a 45,5 litros de leche en enero (relación leche/maíz = 1,32). Así, aún con el pequeño incremento en el valor del litro pagado al productor, los costos continúan estrechando los márgenes, lo que no permite que este incremento se refleje en un aumento de la rentabilidad.

Según MilkPoint, hay una clara tendencia a la reducción de la disponibilidad de leche en el mercado brasileño, debido a la fuerte reducción de la producción (por los temas climáticos antes mencionados y también por la baja rentabilidad del productor a principios de año) y también la menor entrada de exportaciones. Al mismo tiempo, las exportaciones brasileñas crecieron, como resultado de precios internacionales muy altos.

Los derivados han mostrado cierta reacción de precios en las ventas de la industria a los canales minoristas y la gran incertidumbre es cómo reaccionarán los consumidores cuando estos nuevos niveles de precios lleguen a los estantes de los supermercados. Fuente: MilkPoint por Stephanie Alves Gonsales y Valter Galán