A pesar del bajo crecimiento de la oferta en las principales regiones exportadoras (elevados costos y los eventos climáticos adversos) la demanda estuvo debilitada y esto afecto los precios a la baja durante 2023. Con una oferta mayor los precios hubieran estado aún más bajos. Rabobank estima que el mercado mundial está pasando a la siguiente fase del ciclo de precios; hay indicios de que los mercados de productos lácteos han tocado fondo, y la tendencia general es a que los precios suban hacia 2024.
El crecimiento de la oferta de leche será lento. Hay existencias deseables en las regiones exportadoras. Por lo tanto, los compradores internacionales deberán prestar atención a la disponibilidad de suministro en un contexto de debilidad estructural en el crecimiento de la producción en alguna de las regiones exportadoras (el pico estacional de Nueva Zelanda tuvo un crecimiento modesto y los mercados esperan aumentos estacionales del hemisferio norte en el primer semestre de 2024).
La lentitud de la demanda está afectando a los volúmenes en algunas economías y canales. La inflación y el desempleo fueron algunos de los principales factores que afectaron la demanda a la baja. No obstante, se espera una recuperación para 2024.
Todo el mundo sigue apuntando a China y a que las importaciones de lácteos se recuperen e impulsen un repunte de los precios. El volumen de importación de China se mantendría estable en 2024, aspecto que se ve como positivo, teniendo en cuenta la disminución de 2021 y 2022. Esta es una oportunidad para que los importadores fuera de China acumulen existencias en 2024. Desde una base baja, los precios se están moviendo al alza, pero las señales de demanda actuales aún no han desencadenado una prisa por tomar cobertura. Fuente: Inale en base a Rabobank