El presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Álvaro Lapido, compareció la pasada semana ante la comisión de Ganadería de Diputados. Allí el jerarca habló sobre los principales desafíos que debió encarar su gestión desde que asumió en plena pandemia (abril), entre otros temas de la agenda.
“Tenemos grandes dificultades a nivel de la cadena, empezando por la industria. Calcar fue uno de los primeros temas que tuvimos sobre la mesa cuando entramos a Inale. No escapan otras industrias a las dificultades financieras; el principal problema de la lechería es la falta de leche. Después de años de ser un mal negocio, la realidad es que lo que está faltando es leche, lo que perjudica todos los indicadores de todas las industrias. Se vuelve caro mantener infraestructuras con menos leche y ese es uno de los problemas que ha tenido Calcar, además de errores estratégicos de inversiones, que se vivían con furor hace algunos años, generándose un modelo de gestión que llevó a que algunas industrias desaparecieran y a que otras estuvieran muy complicadas”, dijo Lapido según consta en la versión taquigráfica de la comisión.
Y añadió: “Después de cinco años que es lo que ha transcurrido, no es un buen negocio la lechería; se han perdido más de 300 tambos chicos, medianos y grandes. Desde que asumimos en el equipo de Inale compuesto por diez o doce personas hemos tratado de recomponer el negocio: ver cuáles son las piedras en el camino, las dificultades que tenemos que sortear y cuáles son las variables que hacen que el negocio no tenga margen”. Lapido indicó que son conscientes de las dificultades que tiene el país en este momento. “El tambero tiene fama de que siempre se está quejando, siempre está desconforme. En realidad, a la lechería, como a la ganadería, hay que sacarle mochilas para que crezcan. Cuando esa mochila está llena de costos caros, lo que hacemos es privarnos de un potencial que tenemos en cuanto a producir leche a bajo costo; producir leche, o carne o pasto. Más del 50% de la dieta de nuestras vacas lecheras es pasto y eso es barato, por eso salimos al mundo y podemos vender”.
Por otro lado, también se refirió a la situación de Pili. “El problema de Pili hoy es que no tiene leche, no tiene cuenca. Se puede decir que es una planta quesera de última generación quesera, pero no tiene cuenca; no hay leche; no vale nada, y generar cuenca es sumamente difícil. Lograr que la gente ponga tambos es muy difícil”, admitió Lapido.