En un escenario marcado por la debilidad en la demanda de importaciones y altos stocks en los países importadores, el Índice de Precios de los Lácteos de la FAO cerró el año 2023 con un promedio de 118,8 puntos, registrando una caída del 16,6% en comparación con el año anterior.
En el transcurso del año, los precios de todos los productos lácteos experimentaron una disminución, afectados por la débil demanda de importaciones, especialmente de suministros al contado. Según los datos proporcionados por la FAO, este fenómeno generó un descenso continuo de los precios desde febrero hasta diciembre de 2023, perforando la curva de 2022 de manera significativa.
El análisis a largo plazo del Índice de Precios de los Lácteos de la FAO, abarcando desde 2000 hasta 2023, revela tendencias interesantes. Mientras que 2022 registró el índice más alto en los últimos 24 años, enero de 2023 destacó como el mes con el valor más elevado desde 2008 y 2015. Sin embargo, el promedio anual de 2023 muestra una caída respecto a 2022, igualándose a 2021 y manteniéndose por encima de los valores de los seis años anteriores (2015-2020).
A pesar de la tendencia a la baja durante la mayor parte del año, se observó una leve mejora en los precios internacionales de las commodities lácteas en el último trimestre de 2023. Los analistas esperan que esta mejora se consolide en 2024, generando un posible "rebote" de los precios hacia valores más competitivos.
El Índice de Precios de los Lácteos de la FAO engloba diversas commodities de mercados clave como Nueva Zelanda, Estados Unidos y la Unión Europea. En particular, el Índice del GDT (Global Dairy Trade) de Nueva Zelanda muestra mejoras de precios a partir de setiembre de 2023, señalando un posible indicador de recuperación.