A partir del primer día del 2024, los productos lácteos de Nueva Zelanda comenzaron a ingresar al mercado chino sin carga arancelaria. Este hecho marca la culminación de las disposiciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambas naciones, consolidando a Nueva Zelanda como el primer país desarrollado en firmar un acuerdo de esta magnitud con China. La tasa arancelaria ha ido en descenso gradual desde la firma del TLC hasta este año que queda en 0%.

El acuerdo, firmado en 2008, fue potenciado en enero de 2021, concentrándose principalmente en la eliminación de aranceles para los productos lácteos. La abolición de los derechos de salvaguardia sobre la leche en polvo el pasado 31 de diciembre marcó la conclusión de los aranceles restantes contemplados en el pacto.

Se estima que esta liberación de aranceles generará ahorros anuales significativos, ascendiendo a aproximadamente NZ$ 350 millones (US$ 221 millones). Estos ahorros no solo impulsarán al sector lácteo neozelandés, sino que también fortalecerán las relaciones comerciales entre ambos países.

Con un comercio bilateral que supera los NZ$ 40.000 millones de dólares (US$ 25.000 millones) en 2022, China se consolida como el mayor socio comercial de Nueva Zelanda. Datos oficiales revelan que, en los últimos tres años, Nueva Zelanda ha exportado en promedio 1,4 millones de toneladas de productos lácteos anualmente a China, valorados en aproximadamente NZ$ 8 mil millones.

En el contexto de una desaceleración económica en 2023, la eliminación de estos aranceles se presenta como un impulso crucial para la recuperación económica de Nueva Zelanda. La cooperación mutuamente beneficiosa entre ambas naciones jugará un papel vital en el fomento del desarrollo económico, proporcionando un baluarte contra los efectos de la recesión postpandemia.