La Sociedad de Productores de Leche de Florida obtuvo destacados rendimientos en maíz bajo riego en su campo de recría de La Cruz.

La importancia de regar es cada vez más fuerte en la actividad lechera, que sufre más seguido que nunca la inclemencia del tiempo sea por la falta de lluvias o por sus excesos, pero siempre los extremos están cerca.

Varios son los productores que por estas fechas hacen malabares para poder enfrentar lo que resta del otoño y todo el invierno con la poca comida que dejó el verano; es que la sequía de diciembre y enero caló hondo en el rubro y mucho productor tuvo que adelantar el uso de las reservas, e incluso tomando medidas que encarecieron el costo por litro, que este año viene bajando respecto a lo que pasó un año atrás.

Esto quedó más reflejado que nunca en la jornada de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) denominada “Tecnologías y manejo en cultivo de maíz para altos rendimientos, experiencia de riego”.

Una vez finalizado el evento, Andrés Barreira, gerente de la SPLF, dijo a La Lechera que “la cosecha fue este año con rendimientos de 14.500 kilos en maíz regado y secano en 3.200 kilos”.

Sobre este aspecto precisó que “se notó la diferencia de la falta de lluvias en diciembre y en enero, con una floración que se dio a finales de año y el cultivo de secano no tuvo nada de agua”.

Explicó que fue el año que más se utilizó el riego, en el entorno de los 260 milímetros, la mayor cantidad en diciembre y la primera quincena de enero, momento en el que la sequía se acentuó en gran parte del país y toda la cuenca lechera tradicional.

Como particularidad, fue el año de mayor rendimiento en cultivos bajo el régimen de riego y el de menor rendimiento en aquellos cultivos de secano.

Fueron 38 hectáreas bajo riego y 11 de secano, con 200 unidades de nitrógeno totales en la zona de riego.

Con estos números, Barreira destacó la importancia de regar dentro de los escenarios posibles de cada tambo.

Dijo que “hay que destacar el riego, más allá del rendimiento en el sector lechero, ya que por el tipo de suelo que tenemos en la zona, no es una limitante para tener buenos rendimientos”.

Al respecto agregó que “es una tecnología que hay establecimientos que la pueden incorporar para asegurar reserva de calidad todos los años, con la certeza de tener algo indispensable para mantener la remisión, o incluso aumentarla”.

Según Barreira, a nivel de tambos tener la certeza de contar con altos rendimientos de maíz para silo se puede incorporar con un retorno que se va a ver mes a mes en el envío de leche a plantas.