Tras haber sufrido caídas interanuales superiores al 10%, la remisión de leche a plantas industriales en setiembre fue menos de 1% inferior a la del mismo mes de 2023, dejando detrás el fuerte impacto negativo de los excesos de precipitaciones sobre la producción lechera.
El Instituto Nacional de la Leche (Inale) informó que se remitieron a plantas industriales en setiembre 206,17 millones de litros, solo 1,55 millones (0,7%) menos que en el mismo mes del año pasado. La diferencia en la comparación anual se recortó fuertemente luego de haber alcanzado un máximo de 23 millones de litros en junio, una caída anual de 13,1%. Desde entonces, la diferencia se fue recortando hasta el mencionado menos de 1% del mes pasado, pero no se revertirá en octubre.
Alejandro Pérez Viazzi, vicepresidente de Conaprole, dijo a Informe Tardáguila que la diferencia en la comparación anual se amplió levemente en octubre. En el caso de la remisión a la cooperativa, setiembre tuvo dos segmentos distintos: una caída interanual en la primera quincena del mes de algo más de 4% y una reversión en la segunda mitad que se ubicó incluso por encima en la comparación anual. Sin embargo, esto no se logró sostener en octubre y hasta esta semana la remisión es algo más de 1% inferior a la de los mismos días de 2023. “Hay expectativa de que las lluvias de esta semana mejoren la remisión”, vaticinó el vicepresidente de Conaprole.
En el acumulado de los primeros nueve meses del año Inale informó que la remisión a plantas industriales acumuló 1.443 millones de litros, con una caída interanual de 4,5% (68,8 millones de litros). Pérez Viazzi comentó que, en el caso de Conaprole, en lo que va del año a la fecha la remisión cayó en 50 millones de litros anuales. Sin embargo, entre marzo y setiembre la caída fue de 60 millones de litros, lo que refleja “la magnitud del impacto de los excesos de lluvias” sobre la producción lechera. En los dos primeros meses del año la remisión había sido superior a la de 2023.
Como siempre, la remisión en lo que resta del año será dependiente de la evolución del clima. Lo favorable es que los pronósticos iniciales de primavera Niña —que implican mayores probabilidades de lluvias por debajo de lo normal en el país— finalmente no se confirmaron para buena parte del país y se está transitando por una primera mitad de la primavera con un régimen hídrico adecuado para la producción de forraje. La excepción es el litoral sur donde, al menos hasta esta semana, estaba faltando agua y la situación ya estaba preocupando.
La encuesta que realiza el Plan Agropecuario a productores ganaderos, aunque no sean del rubro lechero, dan cuenta de la relativamente buena situación forrajera. En setiembre de 2024 54% de los productores indicaron que la altura del forraje era de más de 5 centímetros, la mejor de los últimos cuatro años y más que duplicando la proporción de setiembre del año pasado.
Pero no solamente se trata de mayor abundancia de forraje, sino también de su calidad. El IPA dijo que “mientras que el 17% de los productores reporta que el forraje disponible es de muy buena calidad, el 74% reporta calidades buenas a moderadas”. A su vez, 60% de los productores que tienen verdeos y 77% de los que cuentan con praderas dijeron que estaban en estado “bueno o muy bueno”, revirtiendo la situación que se venía dando hasta ahora, que era de un muy mal estado de las pasturas sembradas.