Los productores de Nueva Zelanda llevaron sus tractores a la ciudad el pasado viernes en una protesta para exigir que el gobierno flexibilice sus políticas ambientales y las regulaciones del cambio climático que, según dicen, están perjudicando sus negocios.
Las manifestaciones a nivel nacional llamadas “Howl Of A Protest” vieron a los manifestantes inundar autopistas con tractores, camionetas conocidas localmente como “Utes” y otros vehículos agrícolas, lo que provocó atascos en las principales ciudades.
Los manifestantes han pedido al gobierno que flexibilice las nuevas regulaciones sobre la gestión de las vías fluviales y alivie algunos controles fronterizos de COVID-19 para permitir que más trabajadores temporeros en el extranjero ingresen al país, ya que la industria enfrenta una aguda escasez de mano de obra.
También están exigiendo el desguace de lo que se ha denominado “impuesto Ute”, un nuevo paquete gubernamental que subsidia los autos eléctricos más limpios al tiempo que aumenta las tarifas para los vehículos grandes de gasolina y diésel ampliamente utilizados por agricultores y comerciantes. Algunos manifestantes sostenían pancartas que decían “Sin granjero, sin comida” y “No muerdas la mano que te alimenta”.
La agricultura, la pesca y la silvicultura contribuyen directamente con aproximadamente el 7% de la economía de 140.000 millones de dólares de Nueva Zelanda y son una de las principales fuentes de ingresos de exportación. Pero el sector ha sido criticado por ambientalistas por degradar ríos y arroyos, muchos de los cuales ahora no son aptos para nadar, y por sus emisiones de carbono. Fuente: EDN