En un establecimiento productor de leche en San José está en marcha un biodigestor que permitió transformar un problema en una fortaleza, potenciando el concepto de economía circular, aprovechando la bosta que las vacas excretan dos veces al día en el tambo para producir energía eléctrica –también fertilizante natural– y bajar a cero la contaminación, informó El Observador.
Rincón de Albano es una empresa que funciona en un predio en la cuenca del río Santa Lucía, sobre el acuífero Raigón. Solo produce leche, que remite a Conaprole, con un rodeo Holando. Su producción equivale a 10.000 litros por hectárea, con cinco a seis millones de litros al año e índices de sólidos mayores por encima del promedio nacional.
La economía circular, se explicó a El Observador en la visita al establecimiento, es un concepto cuyo alcance corresponde a un conjunto de actitudes y manejos que en esta empresa se aplican desde antes del uso de esa definición. Básicamente, se aprovecha todo lo que hay en el entorno productivo y el biodigestor es una parte clave.
Lo que es un problema en muchos tambos, mucho más en uno con 450 a 500 vacas en ordeñe, se tradujo en una fortaleza.
La bosta que van dejando cada vez que pasan por el tambo se junta para capturar el gas metano, por lo tanto, automáticamente se deja de contaminar. Con biogás como combustible funciona un motor que, alternador mediante, produce energía eléctrica. Es la primera tecnología de ese estilo instalada y en funcionamiento en Uruguay. El excedente de la energía que produce se vende a UTE en el horario punta (18 a 22 horas).