En el marco del foro de INALE, desarrollado en formato virtual, el Ing. Agr. Pablo Chilibroste expuso sobre la producción primaria de leche, con foco en la evolución de los resultados económicos y en la dinámica de 350 tamberos desde 2015, años de dificultades por los bajos precios del producto.

El experto dijo que en los últimos cinco ejercicios agrícolas el precio promedio que recibió el productor fue de US$ 0,28 por litro, lo que contrasta claramente con los cinco ejercicios anteriores, cuando el promedio fue de US$ 0,36, siempre a precios constantes de abril de este año.

Dijo que “hicimos el ejercicio de comparar cómo estaban los productores en 2015, que tenían un precio de US$ 0,27 por el litro de leche, definiendo tres niveles: alto, medio y bajo, en función de los indicadores que marcaban los ingresos.

El grupo más alto tenía US$ 683 de Ingreso de Capital (ICA Leche), los del medio US$ 330 y los más bajos US$ 90, que no era suficiente”.

Partiendo de ese escenario, el especialista dijo que “de los 350 productores, la mayor parte se movió hacia un segmento donde el negocio mejoró significativamente, casi duplicando el ingreso de capital, mientras que 30 de ellos se ubicaron en una situación intermedia, capitalizando la mejora en precios, y 4 cayeron en su nivel”.

De esa situación se advierte que prácticamente 100 productores crecieron entre 3% y 4,6% por año pese a estar en crisis, lo que Chilibroste dijo es “un salto importante”. Otros 100 crecieron a un ritmo medio de 2%, y otro tanto de productores no creció o cayó. “Esta es la realidad de la lechería del Uruguay tras un período de crisis”, dijo.

Esto responde la pregunta formulada al expositor por parte de INALE que buscaba saber si hay dinamismo durante las crisis, a lo que Chilibroste puntualizó que “lo hay y en distintas situaciones y direcciones”.

“Si miramos la estrategia de los que crecieron y multiplicaron por cuatro sus resultados, parte de los buenos resultados se explica por la alimentación. Prácticamente disponen de mil kilos más de forraje por hectárea e incrementan entre 20% y 30% el uso de concentrados y reservas”.

Agregó que “hemos podido documentar cómo es la dinámica de los productores en las crisis, que es positiva, con niveles de crecimiento, pese a que también hay productores que no logran salir de la situación en la que están” y sostuvo que “para adentro de los sistemas de producción, podemos puntualizar que la eficiencia de conversión es un tema que nos preocupa en los sistemas de producción de leche en Uruguay”.

Las lecherías más eficientes, explicó, “con las que estamos compitiendo”, por ejemplo, Estados Unidos, tienen una eficiencia de producción de leche de 44 litros promedio, 9 kilos de materia seca por kilos de sólido. “Pero el uso de concentrados no es una cifra disparatada para los niveles de producción que tienen. Esta situación nos interesa porque los valores de nuestros sistemas son más propios de un sistema pastoril que de uno mixto, que no se corresponde con la dieta que tenemos”.

 

Una tasa de refugo que no se puede sostener

Otro punto que analizó el especialista fue que “en cuanto a la salud de los animales, con la Red Tecnológica Sectorial hicimos un trabajo sobre 5.300 vacas en 13 predios de Florida”. El 27,6% del rodeo tuvo mastitis.

En el período de estudio se eliminaron el 20% de las vacas y las que tuvieron mastitis tuvieron más chances de ser eliminadas que las vacas sanas. El problema que hay en Uruguay al respecto es que hay pocos trabajos disponibles. Y este tema dio luz y líneas de trabajos.

“Las vacas sin mastitis permanecieron el 80% más en el rodeo”, dijo Chilibroste. Pero en las vacas con mastitis clínica, el 50% pertenece en el rodeo y el otro 50% fue eliminado. “Esa es una tasa de refugo que no podemos sostener y nos está hablando de un tema serio y es un lugar donde no estamos compitiendo bien y dando ventajas”, alertó.