Luego de dos meses en los que Argelia se había posicionado como el principal destino de las exportaciones uruguayas de leche en polvo entera, a partir de octubre Brasil volvió a primar, aunque con precios y volúmenes de venta que sintieron el cimbronazo de la baja de las referencias internacionales y de las complicaciones para ingresar con el producto al socio comercial del Mercosur.
Lobby mediante de los productores y de la bancada agropecuaria, el ingreso de lácteos a Brasil se enlenteció en el segundo semestre de este año, ya que se posicionó a la competencia regional como la principal responsable de la fuerte baja de los precios que la industria láctea brasileña paga a los productores de ese país.
Los volúmenes de venta se moderaron a partir de julio. Luego de haber oscilado en 10-11 mil toneladas en el trimestre abril-junio, bajaron a unas 5 mil toneladas en los meses siguientes, una contracción de más de 50%. Sin embargo, luego de haber sido superado por Argelia durante el bimestre agosto-setiembre, Brasil volvió a ser el principal destino de la leche en polvo entera en octubre y lo será nuevamente en noviembre, de acuerdo con lo comercializado hasta el día 17.
El valor medio de exportación a Brasil y Argelia, los dos principales destinos, sufrieron bajas de significación, presionados por la drástica caída de las referencias internacionales y del propio mercado interno brasileño. Además, China pasó a ser un destino de muy poca relevancia, con ventas en lo que va del segundo semestre solo se colocaron 200 toneladas.
El valor medio de exportación de la leche en polvo entera a Brasil cayó de un pico de US$/t 4.035 en julio a US$/t 3.356 en los primeros 17 días de noviembre, un descenso de 17%. Las colocaciones en Argelia no habían llegado a aquellos máximos, pero sufrieron una caída porcentualmente mayor (22%), al pasar de US$/t 3.734 en julio a 2.930 de setiembre a la fecha.
Los precios que están pagando las industrias brasileñas a los tambos de ese país bajaron fuerte en los últimos meses, lo cual no permite tener mayores expectativas de que se produzca una recuperación de los precios por motivos regionales. La cotización pasó de un máximo en lo que va del año de US$ 0,58 por litro en mayo a US$/l 0,41 en octubre, una caída de 29%. La buena noticia de las últimas semanas es que en noviembre la tendencia se detendría; al menos eso fue lo que pasó en la primera quincena (ver nota aparte).
De todas formas, nada lleva a pensar que Brasil volverá a ser la locomotora que permitió atenuar la baja de los precios internacionales hasta mediados de este año.