Foto: Agrositio

A pesar de la buena disponibilidad de pasturas en los campos argentinos, los datos publicados en el boletín semanal de Rosgan muestran que en el primer semestre del año se registró un récord en el número de animales encerrados en los corrales. Al 1° de julio sumaban 2,046 millones, superando los 2,03 millones del mismo día del año pasado.

Este aumento se debe, en gran medida, a la baja histórica en la relación de precios entre el ganado gordo y los terneros de reposición, lo que ha permitido a los engordadores aprovechar la zafra con compras favorables, impulsadas también por un precio del maíz relativamente bajo y una significativa reducción en los costos financieros debido a la baja de tasas de interés. Sin embargo, a partir de este mes, con la reducción estacional de la oferta de terneros, los costos de reposición deberían comenzar a aumentar.

Estacionalmente, el segundo semestre suele ver un aumento en la oferta de hacienda terminada, con los feedlots contribuyendo entre el 30% y el 35% de los animales llevados a faena. Este año, la cantidad de animales enviados a faena se ha contraído 10% respecto a 2023, un año marcado por una oferta elevada debido a la fuerte presión de stock. Pese a las diferencias climáticas, no se observa una marcada estacionalidad en el ritmo de faena entre los dos semestres. Si el año pasado se faenaron más de 14,5 millones de animales, las proyecciones para 2024 sugieren una cifra entre 13,1 y 13,3 millones, dependiendo de la llegada de la primera oferta estacional, según el informe.