En el departamento de Artigas se registró una mortandad de más de 200 novillos en un feedlot al cierre del año 2019 a consecuencia de las altas temperaturas que se registraron, la falta de sombra, de sistemas de aspersión para mojar a los animales y, de acuerdo a profesionales allegados al predio, también influyó una dieta con alto contenido de maíz. Sin embargo, este no fue un evento aislado. Luego del diálogo con representantes de empresas de venta de alimentos para estos sistemas de producción, se concluye que la cifra supera los 1.000 animales.
El Ing. Alejandro La Manna, integrante del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) dijo que “si bien el estrés calórico en Uruguay, comparado con otras partes del mundo, no es de los peores, tenemos momentos que son realmente muy fuertes y tenemos que tener ciertas prevenciones para cuidar el ganado”.
En cuanto a las medidas que debe adoptar el productor en estos casos, la que mayor resultado ha tenido es “la sombra. El llamado sol y sombra reduce la radiación recibida en un 30%. Se debe hacer a una altura de por lo menos cuatro metros y de 3,5 metros por animal. Si podemos tenemos que hacer una pendiente de 15 grados hacia el norte o el oeste”,expresó el especialista.
El profesional dijo que la incorporación de sombra en los corrales, en un trabajo realizado en los últimos tres años, ha arrojado un mayor porcentaje de respuesta en la producción. En el caso de los sistemas de aspersión, si bien han tenido una respuesta menor que la sombra, evitan el riesgo de mortandad, bajando medio grado la temperatura del animal y una vez que se comienza con la aspersión se recomienda realizarlo de forma intermitente, cada media hora.
Otro de los temas que remarcó La Manna es el cuidado con la ración suministrada en esta época del año. “Tenemos que evitar los excesos de proteína. Una dieta con alta proteína genera un mayor incremento calórico, debemos tener en cuenta que el animal recibe ganancia del medio pero además produce su propia ganancia y su propio calor interno, por ejemplo cuando comemos un guiso en invierno nos viene bien al cuerpo pero en verano nos hace transpirar, al animal le pasa exactamente lo mismo” explicó.
Recomendó incrementar los niveles de fibra en la dieta, “si bien eleva más el calor, disminuye el nivel de consumo de energía”, dijo el especialista. Ante una resignación de ganancias por el cambio de la dieta, La Manna dijo que “lo que tenemos que evaluar es si resignamos unos kilos o resignamos el animal entero, porque si usamos dietas muy peligrosas y estamos en esos días muy calurosos es muy problemático”.
Las categorías más expuestas a este problema son los animales cercanos a terminar, debido al nivel de grasa, animales que llegan al corral debido al estrés de cambio en su hábitat y los animales enfermos.
A campo
Esta situación también se traslada para los animales a nivel de campo, por lo que se recomienda utilizar potreros con buena sombra, debido a que se pueden alcanzar pérdidas del 15% de ganancias, según trabajos realizados por INIA Treinta y Tres.
Al igual que en los encierres, se debe tener cuidado a nivel de las categorías más susceptibles, principalmente tanto en los terneros al destete como también de la vaca.