Esta semana se realizó la reunión anual de los importadores estadounidenses de carnes (el Meat Importers Council of America, o MICA) en la ciudad de Orlando, Florida. Como siempre, el analista Len Steiner presenta allí sus proyecciones de precios para las distintas carnes. En el caso de la carne magra, tanto la producción doméstica como la importada, se proyectan alzas adicionales en 2025, siguiendo la tendencia del año en curso.
La producción de carne magra se nutre de vacas y toros faenados en Estados Unidos y es el principal producto de carne vacuna importado. Es lo que se mezcla con los excesos grasos de los corrales de engorde para la elaboración de hamburguesas. La producción de carne magra en Estados Unidos se prevé en baja el año próximo, fundamentalmente como consecuencia de la reducción del rodeo vacuno y, particularmente, del rodeo de cría. Según las proyecciones de Steiner, el inventario de vacas de razas carniceras caerá por sexto año consecutivo al 1° de enero de 2025, con un descenso de 8,7% en la faena de animales de esta categoría el año próximo, lo cual mantendrá recalentado el mercado de la carne magra. El analista proyecta un precio medio de la producción doméstica de carne magra en Estados Unidos de US$ 8,11 el kilo, 7,2% más que lo que promediaría este año.
En el caso de la carne importada la expectativa es que promedie US$ 6,85 puesto en los puertos estadounidenses, con un descuento de 16% respecto de la producción doméstica, pero 8,4% más cara que en 2024 y 23% más que en 2023.
Con base en estas proyecciones, es bastante claro que Estados Unidos seguirá siendo un gran demandante de carne vacuna uruguaya, posiblemente creciendo respecto al volumen de este año, con los exportadores trabajando fluidamente por fuera de la cuota de 20 mil toneladas, pagando un arancel de 26,4%.
En los pasillos de la reunión de los importadores estadounidenses otro de los temas trascendentes era la promesa electoral del presidente electo Donald Trump de aumentar 10% el arancel a la importación de todos los productos importados. ¿Incluirá la carne vacuna, a pesar de lo recalentado que está el mercado por la escasa producción doméstica? Habrá que ver, pero un 10% más de arancel perjudicaría el negocio de importación.
A partir de principios del año próximo, cuando Trump se mude a la Casa Blanca, se empezará a saber cómo se llevan adelante las cosas.