Desde Texas, Estados Unidos
James Henderson es el propietario de un gran establecimiento criador de 10.000 hectáreas en las proximidades de Houston, Texas. Pero el verdadero negocio no está en la producción ganadera, sino en lo que extrae del subsuelo. Henderson Farms cuenta con 20 pozos de petróleo activos que bombean permanentemente el mineral a la superficie. Haciendo una cuenta rápida y muy conservadora, si de cada pozo extrae 3 barriles diarios, al precio actual del WTI son unos US$ 1,9 millones al año.
Por lo tanto, no hay mayor intensidad en la producción ganadera. En las 10.000 hectáreas manejan entre 6 y 7 mil vacunos, amplia mayoría vacas de cría, además de los toros. Los terneros, tanto machos como hembras, se van a otro establecimiento en Kansas donde se realiza la recría; las vaquillonas vuelven preñadas y los machos se van hacia un corral de engorde para su terminación.
El rodeo que maneja Henderson es 100% Angus negro y uno de los principales problemas es la mosca de los cuernos. Fumigan con avioneta en el intento de bajar la población de moscas, pero la efectividad es muy baja.
El rodeo tampoco reluce por su eficiencia. Realizan dos entores al año, con porcentajes de preñez que no superan por mucho el 50%. Las vaquillonas se entoran a los 2 años.
En 2023 la región sufrió una tremenda sequía que impactó fuerte en la producción. Pero el problema no es tan grave en Henderson Farms, donde lo que importa es el subsuelo.