La reversión del ciclo ganadero durante el segundo semestre de 2025 disminuirá la disponibilidad de carne vacuna el año que viene en Brasil, determinando una caída de las exportaciones que la oficina del USDA en Brasilia estima en 300 mil toneladas carcasa. Del volumen récord exportado en 2025, de 3,85 millones de toneladas, pasaría a 3,55 millones, un descenso de 8% anual.
La oficina del USDA en Brasilia prevé que las exportaciones representen 31% de toda la producción brasileña en 2026.
Estas proyecciones consideran el inicio de la reversión del ciclo ganadero, la demanda externa de carne vacuna, los desafíos productivos que enfrentan países competidores, la devaluación del real, los aranceles de Estados Unidos a la carne vacuna brasileña y la demanda externa, que podría verse afectada por los resultados de una investigación de salvaguardas iniciada por China.
El comienzo de la fase de recomposición de existencias se demoró debido a condiciones de sequía que mantuvieron elevado el envío de vacas a faena en el primer semestre de 2025, lo que determinó una faena y producción de carne récord, así como un saldo exportable sin antecedentes. Esto se revertirá el año próximo.
USDA-Brasilia proyecta el consumo de carne vacuna en Brasil en 8,0 millones de toneladas carcasa para 2026, una baja de 1% frente a los 8,04 millones de toneladas estimados para 2025. Esta proyección se basa en la menor disponibilidad de carne vacuna en el mercado interno debido al inicio de la reversión del ciclo ganadero, mayores exportaciones y un escenario de consumo interno más débil como consecuencia de la suba de la inflación en carnes.