Después de un culebrón que duró más de un año, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) de Brasil aprobó un acuerdo de R$ 7,5 mil millones (unos US$ 1.400 millones) entre Minerva y Marfrig que implica la venta de 11 plantas en Brasil y un centro de distribución, firmado en agosto de 2023. A esto hay que sumarle, una unidad industrial en Argentina y una planta de ovinos en Chile. La operación también incluye 3 plantas en Uruguay, aunque un primer fallo de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia denegó esa solicitud, que ya fue recurrida. Minerva informó ayer al mercado que espera por el cierre de la operación para antes de fines de octubre.

El Cade impuso restricciones a la venta de una planta en Goiás por temor a que la operación generara una “concentración excesiva” en el estado, según Money Times. Como resultado, Minerva deberá vender la planta de producción de Pirenópolis (GO). Incluso si estuviera inactiva, la reactivación del frigorífico en cuestión generaría una concentración nociva, según el relator. Además, el Cade declaró ineficaz la cláusula que preveía un límite a la ampliación de la capacidad propia de faena y deshuesado de Marfrig en la planta de Várzea Grande, en Mato Grosso, incluso si la empresa no puede iniciar nuevas plantas en el estado durante cinco años.

Según la agencia, la planta de Goiás debe cumplir con diferentes reglas, como la venta de la planta por parte de Minerva dentro de los seis meses siguientes a la formalización de la fusión en Cade, que puede prorrogarse por 6 meses, según la petición. Si la venta no se realiza en el plazo, el frigorífico deberá promover una subasta abierta dentro de los 6 meses y fijar un precio mínimo. Si se frustra la subasta, la obligación se considerará satisfecha.

Minerva afirmó que las adquisiciones de las plantas, así como de la unidad de distribución, constituyen oportunidades estratégicas para complementar las operaciones de la empresa.

Para XP Investimentos, los “remedios” del Cade para el acuerdo tienen poco impacto en el acuerdo entre los frigoríficos. Los analistas tienen una visión neutral sobre las acciones, ya que ven un escenario más desafiante en términos de apalancamiento.