Panorama Forestal entrevisto a Gualberto Muñoz, director de la Unidad Forestal de Interagrovial
¿Como están viendo el sector forestal post pandemia?
Vemos que la cadena forestal ha sido ejemplo en el manejo cuidadoso de esta realidad, desde el inicio se activaron todos los protocolos y gracias a la cultura de seguridad, experiencia en el manejo de protocolos y salud ocupacional que desde hace años tenemos todos los actores, es que hemos logrado amortiguar los impactos en las operaciones.
A corto y mediano plazo vemos que este tema seguirá presente en el día a día de la gestión, no solo lo sanitario, es decir, hoy estamos incorporando prácticas laborales, formas de organización y decisiones, que sí o sí van a quedar en la operación; por ejemplo, la cultura del cuidado entre todos, la aceleración y maximización del uso de la tecnología, la planificación cuidadosa y detallista de la logística en escenarios de incertidumbre. De pronto nos encontramos con paralizaciones temporales del suministro de componentes en algunas fábricas alrededor del mundo que nos obliga a revisar nuestra estrategia, a revisar nuestros supuestos y a prepararnos para una realidad diferente y menos previsible.
Más allá del enlentecimiento evidente del comercio mundial, del que Uruguay no es ajeno, vemos un futuro alentador para el negocio. La cadena forestal es un protagonista principal de la economía en términos de inversión, de profesionalización de la cultura de trabajo y de desarrollo de muchas zonas del interior del país en las cuales se generan nuevas fuentes de trabajo directas e indirectas.
Obviamente el año 2020 está siendo de altibajos, con cambios, algunos ocasionados por el Covid-19 y otros generados de la propia variación del mercado. Existe un muy importante stock de madera destinado al consumo de las plantas, lo que ha generado algunas medidas de ajuste temporal de la actividad de cosecha que enlentece la actividad comercial, pero a mediano plazo vemos un desarrollo importante.
¿Qué efectos estiman pueda tener la pandemia sobre la comercialización de equipos de cosecha?
La pandemia y las limitaciones que impuso sin previo aviso a las operaciones, es también una oportunidad. Los equipos John Deere están equipados con la última tecnología que permite, justamente en estos casos, el soporte conectado y remoto de los mismos.
En esta nueva realidad, contar con esta tecnología es una gran oportunidad para agregar valor, y entiendo que John Deere, que tiene entre sus valores la Innovación, está muy bien posicionada. La accesibilidad de esta tecnología ya incorporada en nuestras máquinas le da a nuestros clientes y a nuestros equipos de soporte la posibilidad de una gestión tecnológica moderna, “aggiornada”, esto es un valor diferencial en la comercialización de nuestros productos. Más allá del escenario puntual del comercio mundial, la cadena forestal seguirá expandiéndose, no solo en Uruguay, sino en toda la región.
Esta perspectiva nos hace ser optimistas en una mejora progresiva de la economía y, por lo tanto, de la comercialización, nuestra mirada es a corto, mediano y largo plazo, hablamos de escenarios actuales, pero es obligación de los líderes y John Deere lo es, la de intentar visualizar el futuro. Ese futuro es, sin dudas, de desarrollo; sin embargo, como decimos en John Deere, “hay que tener la mirada en el horizonte, pero los pies en la tierra”, rever aspectos de nuestra estrategia, mejorar nuestros procesos internos, adecuar nuestra estructura, entender y adecuarnos a las necesidades de nuestros clientes, ese es nuestro desvelo, trabajamos para que nuestra propuesta se traduzca en la mejor relación de US$/m3 producido para nuestros clientes, es un desafío constante.
Nos enfocamos en desarrollar y ofrecer soluciones; no es solo el equipo, es la tecnología y lo que podemos hacer con ella, es el entrenamiento, es la fortaleza del soporte posventa, es un trabajo continuo.
¿Cómo estiman que incidirá la nueva planta de UPM en el mercado de maquinaria?
Lo vemos muy positivo, con mucha expectativa. Esta inversión realmente es una gran noticia, no solo para la cadena forestal, sino para el país. Claramente es una expansión de la actividad, aumentará la necesidad de equipos para la cosecha, para la silvicultura, la carga, la camineria y el transporte, generará mayor actividad para todos los proveedores de servicios e insumos de la nueva planta.
Uruguay con estas inversiones se consolida como un jugador clave en la región y en el mundo en lo que refiere a la actividad forestal.
Los niveles de disponibilidad mecánica requeridos en una actividad que demanda fuertemente a los equipos, es un desafío para alcanzar un soporte óptimo en niveles prácticamente de excelencia. Sin duda que la calidad de los equipos es clave, pero también lo es la tecnología que poseen, el análisis de los datos que los mismos transmiten y contar con programas y sistemas de mantenimiento acordes. En este sentido nuestros equipos obtienen muy buenas performances y rendimientos, lo que es posible por el grupo de personas que trabaja alineado en el análisis de datos, los cuales representan acciones en los equipos y buscan la rentabilidad en cada decisión.
¿Cuáles son las novedades para 2020 y 2021?
Una de las líneas de desarrollo tecnológico de John Deere está orientada hacia la eficiencia en la operación. En este sentido, están desembarcando en Uruguay los primeros Harvester con Intelligent Boom Control (IBC) y esto nos pone a la altura de los países más desarrollados en tecnología de cosecha. IBC automatiza algunos movimientos del ciclo, volviéndolos sumamente eficientes y reduciendo la curva de aprendizaje de los operadores nuevos, con esto se logran movimientos sincronizados.
Además, en Interagrovial estamos concretando nuestro Centro de Soporte a las Operaciones con la última tecnología para dar soporte conectado a nuestros clientes, los equipos poseen una serie de desarrollos que nos permite leer y entender a distancia como está funcionando el equipo, en sus consumos, en su capacidad productiva, en la utilización. También podemos actuar anticipadamente atendiendo las alertas que los equipos transmiten y posibilitando el agregado de valor al poder detectar oportunamente áreas de mejora, ya sea en la operación, en el mantenimiento y en el ajuste de los parámetros de los equipos. Esto tiene un nivel de detalle increíble, por ejemplo, desde reconocer agua en el combustible hasta detectar cuando se está quedando sin grasa en el sistema de lubricación automática.
Creo que esto es un cambio sustancial en cómo se gestiona el servicio, enfocarnos en aumentar la eficiencia, en bajar los costos y maximizar la inversión que hacen nuestros clientes.
Por otro lado, también estamos rediseñando nuestro Centro de Entrenamiento, con más recursos, más tecnología en la sistematización de la enseñanza, de manera de poder afrontar la necesidad de formación de operadores y técnicos mecánicos que demandara el mercado en el corto plazo.
En definitiva, con John Deere e Interagrovial nos estamos preparando para un futuro desafiante, sin dudas, pero también auspicioso.