La economía uruguaya y, en particular, el sector agropecuario enfrentaron el déficit hídrico más severo del último siglo, con impactos significativos en la producción y en las exportaciones. Para 2023, la Opypa proyecta una expansión del valor agregado agropecuario de 5,4%, debido a la buena zafra proyectada para los cultivos de invierno 2023-2024, la mayor actividad silvícola y la recuperación de los cultivos de verano en 2023-2024 respecto a la zafra anterior.
En 2024, el PIB sectorial crecería 8,4%, por el mejor desempeño esperado para los cultivos de verano 2023-2024, la expansión de la actividad silvícola y la mayor extracción de ganado para faena.
La ganadería vacuna padecerá los efectos del déficit hídrico en más de un ejercicio, estimándose caídas en el volumen de producción para 2022-2023 y 2023- 2024, luego del récord registrado en la zafra 2021-2022. En el caso del ejercicio 2022-2023, la menor producción se explica además por los menores niveles de faena. En 2023-2024, la caída de la producción se encuentra fuertemente incidida por la menor cantidad de terneros no nacidos a causa de la sequía.
La combinación de los mayores costos en los que debieron incurrir los productores para mantener sus animales en condiciones y la coyuntura de bajos precios del ganado condiciona las inversiones y mejoras del ejercicio ganadero 2023-2024. Es posible que parte del área que se destinaba a cultivos forrajeros anuales o a praderas se ocupe en agricultura, dadas las expectativas de aumento de cultivos de verano en función de los precios relativos de ambas actividades. Las lluvias registradas en la primavera 2023 han colaborado con la recuperación de las pasturas y de las fuentes de agua en los predios. La condición corporal del ganado de cría es buena, estimándose buenos resultados de preñez para el ejercicio 2023-2024, según el Anuario de Opypa.