Hace algunos años, cuando la crisis financiera de 2008/09, las tasas de interés de algunas de las principales potencias, caso de Japón, eran negativas: había que pagar para confiarles los ahorros. Pocas semanas atrás fue noticia la caída del precio del cuero virtualmente a cero, incluso con frigoríficos de algunos países teniendo que pagar para que se les lleven los cueros. Pero ahora el mundo se puso definitivamente pata arriba. El precio del barril de petróleo llegó a caer por debajo de cero.
Parecía imposible que un precio cayera más de 100%, pero en este mundo al revés hasta es posible. En un momento de la tarde de ayer el contrato de mayo del WTI —que vence hoy— había bajado más de 250% y cotizaba a US$ -25 por barril. Como ir a cargar el tanque y además te acrediten plata en la cuenta. Por supuesto, el precio más bajo en toda la historia.
Nadie en Estados Unidos quiere tener un bien cuya demanda se hundió a niveles sin precedentes. Todos se lo quieren sacar de arriba y nadie compra, de ahí que para que alguien se lo lleve, haya que pagar.
El barril Brent, el que utiliza Ancap como referencia, también bajó, pero a niveles más verosímiles. En la tarde de ayer cotizaba en un eje de US$ 25,5.