Tras los anuncios de reducción de tasas de interés y de tasas de los préstamos hipotecarios dados a conocer este martes, el gobierno chino analiza la inyección de hasta un billón de yuanes (US$ 142.000 millones) de capital en sus bancos estatales más importantes para aumentar su capacidad de apoyo a la economía en crisis, indicaron a Bloomberg fuentes que prefirieron no ser citadas.

La financiación procederá principalmente de la emisión de nuevos bonos soberanos especiales, dijeron las fuentes. Los detalles aún no se han ultimado y están sujetos a cambios, añadieron. Se trata de la primera vez desde la crisis financiera mundial de 2008 que Beijing inyecta capital en sus grandes bancos.

Para los analistas internacionales, era cada vez más probable que China no lograse cumplir con su objetivo para este año de que la economía crezca 5%. Las medidas anunciadas esta semana apuntan a que se logre.