Evergrande, el segundo mayor agente inmobiliario de China, está generando gran nerviosismo en el mercado y ayer provocó bajas generales en los principales activos a lo largo del mundo, con la excepción del dólar, que siempre es lugar de refugio en momentos convulsionados.
En China ayer el precio de las acciones de Evergrande se desplomó 10% luego de que reguladores chinos advirtieron que el pasivo de US$ 305 mil millones de la empresa podría determinar pérdidas generalizadas en el sistema financiero del país.
El nerviosismo le pegó a todo, desde los índices bursátiles (el S&P en Wall Street perdió 1,7% ayer), hasta las materias primas (incluyendo petróleo y agrícolas), las monedas de los países emergentes (peso uruguayo incluido) y hasta a las criptomonedas.
En general, los analistas internacionales no suponen que esta situación en el ámbito inmobiliario en China pueda devenir en algo semejante a lo que sucedió con Lehman Brother en Estados Unidos allá por 2008.