En la zafra 2023/24 hasta mediados de febrero, Uruguay más que duplicó sus exportaciones de trigo en comparación con el mismo período del del año anterior. De acuerdo con registros de Aduanas en base a solicitudes de exportación, las ventas al exterior desde noviembre 2023 al 16 de febrero de 2024 acumulan 654 mil toneladas, 147% más (390 mil toneladas) que en el mismo período de 2022/23.

El valor medio de exportación sufrió una fuerte caída entre ambas zafras. Mientras que promedió US$/t 343 en 2022/23 hasta mediados de febrero, cayó 31% a US$/t 237 en lo que va de 2023/24, por lo que el ingreso de divisas por concepto de exportación de trigo en lo que va de la zafra aumentó 71% a US$ 155 millones.

El fuerte aumento en los volúmenes embarcados al exterior en la primera parte de la corriente zafra no se condice que un aumento similar en la producción. Aunque aumentó debido al excelente rendimiento de más de 5.000 kilos por hectárea (de acuerdo con datos de DIEA), la superficie de siembra bajó en unas 35 mil hectáreas, por lo que la producción creció en poco más de 60 mil toneladas en la comparación anual, 5%, a 1,34 millones de toneladas.

Por lo tanto, parece probable que el fuerte aumento en los volúmenes exportados en lo que va de esta zafra se deba fundamentalmente a una diferente estrategia de las empresas exportadoras, quienes están haciendo más fluidas las ventas este año. En 2022/23 se exportaron casi 700 mil toneladas de trigo, por lo que las 264 mil hasta mediados de febrero representan solo 38% del total. Esta zafra, probablemente por la expectativa de una muy voluminosa cosecha de soja, se “apuran” las ventas para dejar espacio en los silos para la oleaginosa.

Las tres principales empresas exportadoras de trigo en lo que va de 2023/24 son Cargill (262 mil toneladas), LDC Uruguay (211 mil) y Copagran (50 mil).

El agricultor Gabriel Carballal agregó como posibles factores influyendo en esta rápida salida de la zafra los problemas financieros de los productores, que los hicieron adelantar sus ventas. También los problemas de las empresas exportadoras regionales para acceder a la mercadería en otros orígenes, fundamentalmente Argentina, lo que los puede llevar a cubrir parte de ese faltante con el producto uruguayo.