El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ratificó la intención de su Gobierno de subir las retenciones a la soja, que pasarían del 30 al 33%, y desde el campo le respondieron que no pueden pagar un peso más de impuestos.
En su discurso de apertura de sesiones ordinarias ante el Congreso, el jefe de Estado señaló que el crecimiento del campo es "uno de los objetivos" de su Gobierno y añadió que se ocupó para que los productores "tengan un más fácil acceso al crédito" y se cuidó el precio de los combustibles.
Enseguida, se refirió a las retenciones. "Partiendo de allí, y queriendo preservar el mejor desarrollo del campo, hemos hecho una propuesta generosa en materia de derechos a las exportaciones en la que solo se incrementa uno de un total de veinticinco cultivos que hoy están afectados por esos derechos", dijo.
En diciembre pasado, el Gobierno subió de 24,7 a 30% las retenciones a la soja y ahora quiere incrementarlas en otros tres puntos. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, le comentó a la Mesa de Enlace esa decisión el jueves pasado y ahora, hoy lunes, volverá a recibir a los ruralistas para darles a conocer una respuesta del Gobierno ya que el campo había pedido rebajas de retenciones.
En rigor, Fernández no hizo una sola mención a una posible rebaja. Lo que sí remarcó, en una alusión indirecta al conflicto de 2008 por las retenciones móviles, que lo tuvo como protagonista en la negociación con el campo cuando era jefe de Gabinete, que "aspiro a que esta vez, a través del diálogo, encontremos el camino que nos conduzca a sostener el desarrollo y a preservar las cuentas públicas".
Fuente La Nación