A mediados de semana, en el Matba Rofex se ofrecían US$220 por tonelada de trigo para la posición enero de 2022 y 223 para marzo. Son precios que se ubican 38 y 35% por encima de los del año pasado igual fecha (159 y 165 dólares). También son superiores a los de mayo de 2019, que se cotizaban a 161 y 167 dólares por tonelada.
Estas oportunidades que brinda el mercado deberían ser aprovechadas por los agricultores con coberturas, por lo menos por una parte de su producción esperada. La recomendación cobra actualidad porque gran parte del área triguera nacional está recomponiendo los contenidos de humedad de los perfiles y se pronostican lluvias regulares para las próximas semanas. Ya se sabe: con suficiente humedad y cuentas promisorias los productores van a buscar ingresos a fin de año con el cultivo de trigo.
Mientras tanto, el mercado internacional del cereal evoluciona sin demasiados sobresaltos. “El hemisferio norte está definiendo rindes y la cosecha viene bien en Estados Unidos y en Europa, lo que da tranquilidad a las cotizaciones, a diferencia de lo que ocurre con los granos gruesos, en los que queda casi toda la campaña 2021/2022 por definir”, diferencia Sebastián Olivero, analista de la corredora StoneX.
Al analizar la situación en nuestro país, Olivero dice que hay declaraciones juradas de venta al exterior de la cosecha 2020/21 por 9,8 millones de toneladas, casi en coincidencia con el saldo exportable que definió el Gobierno, de 10 millones. Por esa razón hay pocas operaciones por parte del sector exportador. La campaña nueva, en cambio, muestra más dinamismo y se anotaron bastantes negocios con precios atractivos. Las declaraciones juradas de venta al exterior suman 2,4 mill./t y los exportadores tienen comprados 2,8 millones. Con el avance del almanaque seguirán pujando para asegurar mercadería para los embarques de invierno y para anticiparse a un eventual cierre de exportaciones.
Las estimaciones de cosecha 2021/22 se ubican alrededor de los 20 mill./t si el clima acompaña, con poca posibilidad de superar ese volumen por la competencia de la cebada. Por la forrajera se ofrecen US$215 por tonelada y la cervecera puede alcanzar valores mayores. En ese contexto, Sebastián sugiere aprovechar la actual condición de firmeza del mercado con un mix de ventas futuras o forwards (25%) y la compra de puts (25%) que involucren gradualmente el 50% de la cosecha esperada, y quedar con el remanente abierto para ver cómo evolucionan las cotizaciones.
Fuente La Nación