Durante muchos años fui directivo de la Cámara Uruguaya de Servicios Agrícolas (CUSA). Estuve trabajando durante muchos años allí. Soy socio fundador, pero me retiré hace como 4 o 5 años (2 períodos). Fui directivo en la Liga de Trabajo de El Carmen, asociada a la Federación Rural. Tiene 111 años, más antigua incluso que la propia Federación Rural. Es hija de la Liga de Trabajo de Molles, que fue la primera institución ruralista de Durazno. Mi abuelo, mi padre y yo fuimos presidente de la gremial durante varios periodos. Hoy estoy retirado de la actividad gremial, por el tiempo que requiere ocuparse de la empresa en Uruguay y Paraguay.
Quienes estuvimos en los servicios, desde la revolución agrícola de 2003, vimos todo el proceso de crecimiento. En los primeros años, se creció más que lo que la capacidad de maquinaria podía atender. Fuimos impulsados por los grupos agrícolas, quienes ayudaron con tecnología y financiamiento hasta 2012. A partir de ahí se empezó a constatar una capacidad de maquinaria agrícola que atendía las necesidades productivas. El parque de maquinaria era muy bueno, en cantidad y calidad. Como contraparte, la competencia empezó a hacer bajar los costos de las labores y trabajos. Las empresas más prolijas, por un tema de calidad, fueron subsistiendo y sobreviviendo más tiempo. Las menos fueron quedando relegadas. La mayoría de las empresas que fueron quedando, a medida que se retiraban los grupos, nos fuimos reconvirtiendo y pasamos a tomar campos de grupos a explotarlos nosotros. Pasamos de contratistas a productores y en los últimos años empezamos a ser clientes de empresas exportadoras. Esto se mantiene hasta hoy.
Actualmente en la zona centro los productores agrícolas son con un pasado de contratistas. Era algo aceitado, en lo que estaba claro que la viabilidad era buena. Fue una transición forzada en un escenario no tan buenos para la agricultura. Cuando la torta empezó a achicarse hubo que empezar a barajar y dar de nuevo. Esa figura es la que queda actualmente. A los productores contratistas siempre nos quedó el lema del servicio y de la educación.
Hoy nuestros clientes más importantes son los productores ganaderos. Les prestamos servicios de sorgo de grano húmedo, micropicado de maíz, en otra escala. Antes trabajábamos con 2 clientes. Ahora lo hacemos con 10, todos vinculados a la ganadería. El 90% es a productores ganaderos. Muchos de los contratistas empezamos a buscar ganaderos, para bajar riesgos. Bajamos el área pero aumentamos el número de clientes, mejorando la probabilidad de cobro.
El ganadero se vio beneficiado en los últimos 20 años. Al principio se hablaba que competían por los campos y la renta. Pero después la agricultura trajo tecnología al ganadero, maquinaria con buenos precios pero si la podía aplicar en el campo. Pese a eso, cuando se precisa maíz, sorgo, etc la mayoría compran en el torno de la zona, lo que genera un beneficio económico importante. Esto ha beneficiado la expansión de la ganadería.
Perspectivas
Esto va a seguir. La diversificación funciona bien. Sin duda la agricultura contribuyó a intensificar la ganadería. El centro de Uruguay se potenció mucho, cambió la forma de trabajar. Hay muchos productores mucho más eficientes por aggiornarse debido al entorno nuevo que trajo la agricultura.