Por el crecimiento de las áreas afectadas por condiciones de sequía, la soja terminó la semana con subas mayores al 2,5% en Chicago, donde volvió a cotizarse por encima de los US$ 500 por tonelada.
Esta situación también le brindó sostén al maíz que, sin embargo, terminó el segmento con bajas en torno del 2% por la presión de la safrinha brasileña, que comenzó a ser cosechada. El trigo sumó la tercera semana con altibajos en el mercado estadounidense, como repuesta al inicio de la cosecha de invierno y a las tensiones crecientes en la zona del Mar Negro.
Tras hilvanar cuatro ruedas alcistas seguidas, positivo resultó el balance de la semana para los precios de la soja en Chicago, donde los contratos julio y agosto sumaron 2,51% y 2,65%, tras variar de 496,96 a 509,45 y de 463,89 a 476,20 dólares por tonelada. Para la posición noviembre, que marca el ingreso en el circuito comercial de la oferta de la nueva campaña, la mejora fue del 1,73%, al pasar de 434,95 a 442,49 dólares por tonelada.
En función del mapa semanal de monitoreo de la sequía actualizado el jueves, el USDA elevó del 28% al 39% la proporción de tierras destinadas a la soja que experimenta algún nivel de sequía, un dato muy superior al 10% de igual momento de 2022.
Otro factor alcista fue la apreciación del real frente al dólar, que le resta competitividad a las exportaciones de Brasil y que les quita estímulo vendedor a los productores de ese país. Al respecto, según un relevamiento de Safras & Mercado, se vendió el 56,7% de la cosecha de soja brasileña, con un aumento de apenas 5,7 puntos porcentuales respecto del mes anterior. "El porcentaje actual equivale a aproximadamente 88,177 millones de toneladas comercializadas, de una cosecha estimada actualmente por Safras en 155,656 millones. En igual período del año anterior, el porcentaje vendido fue del 65,9%, mientras que el promedio de las últimas cinco cosechas para este momento del año es del 73%", indicó la consultora.
Fuente: Granar Research.