La Unión Rural de Flores (URF) se vistió de gala el jueves 1º de agosto, en el marco de los festejos por el 60 avo aniversario de la institución, con la organización del evento ‘’Agro y Política’’, a sala completa en el teatro Artigas, de Trinidad.
Para ello, la gremial de productores cuya actividad se extiende por Flores, Colonia, San José, Soriano y Río Negro, invitó a los asesores en agro de los candidatos a presidente por los tres principales partidos: Ramón Méndez por el FA, Ignacio Buffa por el Partido Nacional y Carlos María Uriarte, por el Partido Colorado.
Tras la presentación del presidente de la URF, Daniel Laborde, y previo a la tertulia de los asesores presidenciales siguió la exposición del economista de CPA Ferrere, Dr. Gabriel Oddone, quien presentó el escenario macroeconómico actual y futuro, así como los principales desafíos que la próxima administración deberá encarar con urgencia.
Oddone destacó la realidad sobre el deterioro de las cuentas públicas, la situación macroeconómica actual y las medidas que, a su juicio, deben tomarse.
Destacó el crecimiento que ha tenido la economía en los últimos años así como los vientos de frente en la región, tanto en base a la caída en las economías de los dos principales socios del Mercosur (Argentina y Brasil) así como por los efectos de la guerra comercial entre China y EEUU.
En el plano internacional junto a estos aspectos negativos, destacó el que puede considerarse positivo, como la primera baja de las tasas de interés desde 2009 decretada por la Reserva Federal de EEUU (FED, su sigla en inglés) durante la semana pasada. En este sentido destacó que son todos aspectos que tienen su peso como señales sobre los inversores quienes, a su vez, toman sus decisiones correspondientes.
Todos estos elementos de análisis se reflejan en la cotización del tipo de cambio nominal, con el precio del dólar en Brasil y Argentina pudiendo influir en la medida que el mercado le ponga la prima de riesgo a la situación política en esos países, debilitándose el peso en nuestro país (fortaleciéndose el dólar). En Brasil, todo depende de cómo se encaminen las próximas reformas encaradas por el gobierno, mientras que en el de Argentina, un favoritismo de la dupla opositora podría activar la incertidumbre y la volatilidad del tipo de cambio, por parte de los agentes financieros.
Asimismo, la guerra comercial también podría afectar al tipo de cambio, de forma que suba por la incertidumbre, en la medida que se mantenga la indefinición. En cuanto a la baja en las tasas de interés, podría influir hacia abajo en el tipo de cambio, en la medida que el dólar se volvería un activo menos interesante sobre el cual estar posicionado, al no rendir tanto como otros activos. Asimismo, si los grandes fondos consideraran a las commodities nuevamente como una opción interesante para invertir, esto podría llevar a una mayor firmeza de los precios de los commodities, solamente por ese aspecto, sin considerar otros aspectos fundamentales.
En ese sentido destacó que, pese a que no espera noticias malas para los próximos meses de parte de nuestros principales socios regionales, tampoco espera por noticias buenas, lo que se traduce en que el crecimiento económico debería venir por factores internos del Uruguay.
A propósito de la economía doméstica, Oddone señaló la importancia que representa la inversión de UPM 2, recientemente confirmada, lo que agregará un piso de 2% del PBI para los próximos años.
El economista de CPA Ferrere resaltó con particular énfasis en la insostenibilidad del déficit fiscal, para lo cual comentó que será necesario un ajuste correspondiente para equilibrar los ingresos con los egresos. Entre estos últimos, señaló la importancia y el peso que tiene una reforma amplia de la seguridad social, la que se vuelve impostergable para ordenar las cuentas y poder volver a dinamizar la economía.
Oddone destaco que el solo efecto de la nueva inversión de UPM es insuficiente y que una reforma de la seguridad social debe abarcar el BPS y las cajas paraestatales, lo que debería abarcar mayor profundidad que la última reforma previsional, que data de 1996 (y que fue sometida a referéndum) fue superficial e incompleta, por lo que será necesario el respaldo de un gran espectro del sistema político, independientemente de quien resulte ganador en noviembre.