Llovió y llovió muy bien el pasado sábado en todo el país, desde el norte hasta el sur, desde el oeste al este y en buena medida, ya que llovió lentamente y durante varias horas, lo que permite aprovechar de la mejor manera la humedad en el suelo.
Y eran más que necesarias. Es que la sequía tenía a mal traer a todo el complejo agropecuario, con los diferentes sectores afectados de diversas maneras.
La agricultura estaba en el último tirón, a decir de los especialistas, para no comprometer rendimientos en los cultivos de verano. En muchos casos la soja va a recuperar varios escalones en estos días. Lo mismo pasa con el maíz y el sorgo, aunque en algunos casos ya estaban bastante comprometidos.
El arroz, podrá tener mejores reservas en sus represas y mejoran las condiciones del suelo para esta época del año, donde se realizan laboreos en las distintas chacras.
Si se habla de la ganadería ni que tal vez que la situación cambia. Desde el lado reproductivo se podrá recuperar, de a poco porque no llueve pasto, el estado de los vientres entorados o a entorar en estos días. Mientras tanto, desde el lado del gordo, de a poco aparecerá mayor oferta y también estas precipitaciones quitan presión vendedora y dan mayor respiro al productor. Seguramente determinará que se mantenga la escalada de precios que comenzó hace 10 días en el mercado interno.
A nivel de la lechería no son buenas únicamente las precipitaciones, sino que la baja en las temperaturas que se dieron el domingo, permitirán recuperar la caída en la remisión que se dio este enero y se acentuó en las últimas semanas.
Para el ovino siempre un clima seco es mejor, pero varios productores estaban aquejando una falta de pasturas para la alimentación del ganado en distintas zonas del país. Viene bien previo en la entrada de la zafra de carneros.
En cuanto a la producción hortofrutícola en el país, los granjeros estaban a la espera de estos eventos para poder desarrollar los cultivos que atraviesan distintas etapas.