La soja cerró la rueda del viernes y la semana con precios en baja en Chicago. La razón excluyente fue el recrudecimiento –o el sinceramiento– de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que hace peligrar las ventas del grano estadounidense 2025/26 al principal comprador mundial.

La posición noviembre bajó 1,10% en la semana y cerró a US$/t 370. La cronología de este nuevo estado de situación tuvo su primer hito el jueves, cuando el gobierno chino anuncio una serie de medidas restrictivas para las exportaciones de tierras raras, que se convirtieron en materiales estratégicos para sectores tecnológicos y armamentísticos (además de una obsesión para Trump, que ya tiene prioridad para explotarlas en Ucrania y que las espera conseguir en Argentina), y para equipos necesarios para su procesamiento. En rigor, ahora se imponen licencias especiales que deberán ser tramitadas por los exportadores.

A esto se agregó que el viernes Pekín confirmó la imposición –desde el martes próximo– de mayores tasas portuarias a los buques vinculados con Estados Unidos que arriben a sus puertos, en represalia a una medida similar adoptada por el gobierno estadounidense el 17 de abril, que entrará en vigor también el martes contra barcos con bandera china y buques construidos en China.

La respuesta de Trump a ambos hechos no se hizo esperar, justo el mismo día en que el magnate se quedó sin el deseado Nobel de la Paz. "¡Están sucediendo cosas muy extrañas en China! Se están volviendo muy hostiles y están enviando cartas a países de todo el mundo para anunciar que quieren imponer controles de exportación a todos los elementos de producción relacionados con tierras raras, y prácticamente a cualquier otra cosa que se les ocurra, incluso si no se fabrica en China. Nadie ha visto algo así, pero, en esencia, congestionaría los mercados y dificultaría la vida a prácticamente todos los países del mundo, especialmente a China", escribió el mandatario en Truth Social, en una muy particular lectura de los hechos.

En su extenso mensaje, Trump advierte que se vera obligado a contrarrestar financieramente la acción del gobierno chino. "Una de las políticas que estamos calculando en este momento es un aumento masivo de los aranceles a los productos chinos que ingresan en Estados Unidos". Además, y en un duro golpe para los agricultores estadounidenses que tenían alguna expectativa –y mucha necesidad– de acuerdo con el principal comprador mundial de soja, el Republicano escribió: "Tenía previsto reunirme con el presidente Xi en dos semanas, en la APEC, en Corea del Sur, pero ahora parece que no hay motivo para hacerlo".

En síntesis, y desde el lado de los farmers, una semana que arrancó con la expectativa por el anuncio de ayudas de la Casa Blanca a los agricultores afectados por la guerra arancelaria y por el encuentro entre los presidentes de EEUU y de China para buscar una solución al comercio agrícola se cierra sin certezas sobre las ayudas prometidas la semana pasada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y con la cancelación del encuentro entre los mandatarios. Todo esto mientras el tiempo seco sobre el Medio Oeste favorece el rápido progreso de la cosecha de la soja.

"La Asociación Americana de la Soja está profundamente decepcionada por la cancelación de la reunión prevista para finales de mes entre el presidente Trump y el presidente chino, Xi Jinping, debido a las recientes medidas del gobierno chino para restringir aún más el acceso a los minerales de tierras raras. La ASA esperaba que estas próximas conversaciones entre Estados Unidos y China culminaran en un acuerdo que restableciera las exportaciones de soja estadounidense a China. Las guerras comerciales son perjudiciales para todos y estos últimos acontecimientos son profundamente decepcionantes en un momento en que los productores de soja se enfrentan a una crisis financiera cada vez mayor. La ASA espera que se puedan reanudar las conversaciones para restablecer los mercados y las relaciones comerciales", sostuvo en un comunicado la entidad que dice representar a unos 500 mil productores de soja de Estados Unidos.

Trigo y maíz por la misma senda 

El contexto negativo generado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China también comprendió al trigo, que cerró la rueda y la semana con valores en baja en las plazas estadounidenses. El mercado del grano fino, que viene debilitado desde hace meses, también padeció una liquidación de contratos por parte de los especuladores. La posición diciembre perdió 3,2% en la semana y cerró a US$/t en Chicago.

Lo antedicho se agregó a una coyuntura bajista general para el mercado mundial del trigo, derivada de una oferta abundante que, como lo venimos sosteniendo en los últimos días, en breve comenzará a verse apuntalada por las cosechas en Australia y en la Argentina, donde los pronósticos de producción son muy halagüeños.

Además, este viernes la consultora SovEcon elevó de 87,20 a 87,80 millones de toneladas su proyección sobre el volumen de la producción de trigo 2025/2026 en Rusia, gracias al buen aporte de Siberia. "Los rendimientos récord de Siberia están ayudando a compensar las pérdidas anteriores en el Sur. Sin embargo, el impacto en las exportaciones a corto plazo será limitado, ya que la región está lejos de los puertos", explicó el director general de la firma, Andrey Sizov.

El maíz también concluyó la rueda con precios en baja en Chicago, donde completó la cuarta semana negativa consecutiva. A todo lo dicho en el espacio de la soja cabe agregar que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China derivó en bajas generalizadas para los principales indicadores bursátiles globales y, en particular, para los índices clave de Wall Street. Esto, a su vez, disparó ventas de los inversores en mercados como el agrícola, ante la necesidad de "recaudar" para salir a cubrir esas pérdidas en el sector financiero, con el consecuente impacto bajista sobre materias primas como el maíz.

Por otro lado, la cosecha estadounidense avanza con agilidad y sin restricciones ambientales sobre el Medio Oeste, mientras los pronósticos auguran, al menos, siete días de tiempo seco, ideal para las labores de campo.

Otro hecho que ocurrió este viernes fue una fuerte devaluación del real contra el dólar –al cierre de Chicago rondó el 2,45%–, que implica una mejora en la competitividad de las exportaciones de Brasil y lo que estimula a los productores a vender más para obtener más reales por sus granos. Por estacionalidad esto tiene más impacto sobre el maíz, dado que la safrinha concluyó hace pocas semanas, pero también podría derivar en la liquidación de remanentes de la última cosecha de soja.

Así se cerró una semana donde, como consecuencia del cierre del gobierno de Estados Unidos, los operadores no contaron con datos oficiales sobre las exportaciones semanales y donde no tuvieron la actualización de las estimaciones agrícolas mensuales que el USDA debió publicar el martes.

Fuente: Granar Research 

 

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