En línea con su objetivo de renovar la genética de los materiales que ofrece al productor, ADP-Agronegocios del Plata trabaja en la incorporación de dos variedades de trigo, buscando complementar su amplio portafolio de productos.
Los dos cultivares, denominados Maitén y Álamo, llegarán al mercado próximamente para sumarse a la oferta actual de trigo que ofrece la compañía: Jacarandá, Guayabo, Algarrobo y Curupay.
Para el responsable de Investigación y Desarrollo de Semillas de ADP-Agronegocios del Plata, Ing. Agr. Manuel Artigas, la estándares de calidad mantenidos de manera sostenida durante los 17 años de historia de la empresa, explican en parte por qué las variedades de trigo que lanza al mercado se posicionan rápidamente, “siendo un fiel reflejo de la evolución constante, lo que nos permite mantener la posición de liderazgo en el sector”.
De acuerdo a datos publicados por la Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) y la Oficina de Programación y Políticas Agropecuarias (OPYPA), pertenecientes al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el 22,4% de todo el trigo que se produce en el país, proviene de la genética de ADP-Agronegocios del Plata y el porcentaje asciende al 40% si se tienen en cuenta únicamente las semillas de trigo comercializadas este año, es decir, descontado la semilla de uso propio.
Según explicó Artigas, desde hace un tiempo, la compañía decidió apuntar a la selección de variedades de una manera innovadora, segmentando de cierta forma el criterio de selección. Por un lado, se enfocó en conseguir los materiales más rendidores y sanos posibles, sin descuidar un “piso de calidad”, y por otro, en detectar materiales de calidad superior, buena sanidad y de rendimiento en el promedio de las variedades del mercado.
Fue así como aparecieron cultivares como Guayabo, Jacarandá y Curupay. “Los dos primeros son un claro ejemplo de elevada productividad con un excelente aporte de sanidad, mientras que el otro es un referente en calidad de grano, pero con menos rigurosidad en nutrición y sanidad”, mencionó Artigas.
“El trabajo sobre estos parámetros también nos permitió lograr conocer más acerca de cómo responden los distintos orígenes genéticos al manejo y como este influye sobre las variables rendimiento y calidad. De esta forma permitiéndonos buscar alternativas de manejo propias para cada variedad, o variedades que se adapten a una diversa gama de manejos. En este sentido, hoy tenemos en etapa de prelanzamiento dos elementos de origen francés, de comportamiento muy interesante, ya que se trata de materiales de alta productividad, con muy buena estabilidad y que combinan muy bien esta característica con calidad y sanidad”, señaló.
Maitén es un cultivar de ciclo largo, que combina de manera muy equilibrada rendimiento, calidad de grano y sanidad, posicionándose como una excelente propuesta para fechas tempranas, como el comienzo de la época de siembra.
Por su parte, Álamo es un trigo de ciclo corto, de muy buena productividad, calidad y sanidad, que se ajusta muy bien a siembras en toda el área triguera en fechas de siembra de junio y hasta fechas tardías de julio.
Artigas aseguró que “ambos cultivares se están perfilando muy bien en cuanto a performance y ya se pueden apreciar sembrados en nuestra red de ensayos o en las redes oficiales de validación”. Los materiales están hoy sembrados y disponibles para que el productor pueda acercarse, seguir su desarrollo, conocer sus características y acceder a lo último en genética propuesta por ADP-Agronegocios del Plata para el mercado uruguayo.