INIA Salto Grande congregó el 18 de noviembre a productores, técnicos y empresas AgTech para presentar soluciones digitales orientadas al manejo del riego y la optimización del uso del agua. En ese marco, la Ing. Agr. Cecilia Berrueta expuso la experiencia de Fertirriego Horticultura, una aplicación desarrollada por INIA para apoyar la toma de decisiones en cultivo de tomate y que, según la investigadora, “es el primer paso hacia la automatización del riego”.
La jornada, organizada junto a la Plataforma CONVERGE, combinó presentaciones empresariales sobre sensores, automatización e Internet de las Cosas con una mirada académica: INIA valida tecnologías nacionales y entrega un sello técnico que facilita la adopción por parte del sector productivo. “INIA hace la validación; ellos reciben ese certificado y eso les permite vender sus soluciones con más respaldo”, explicó Berrueta.
Una herramienta que ya se usa
Lanzada en noviembre de 2024, la aplicación Fertirriego Horticultura cuenta hoy con 250 usuarios registrados y más de 2.000 usos. Para Berrueta, esos números representan un avance notable en un contexto donde la digitalización del riego plantea un cambio cultural: “Al principio parecía una cosa rara que generaba desconfianza; hoy estamos súper contentos con la adopción”, afirmó.
La plataforma no automatiza equipos en esta primera etapa; su aporte principal es servir como sistema de información y apoyo a la decisión. La idea, comentó la técnica, es consolidar “un sistema fuerte y sólido que permita automatizar operativas en el campo de riego o de fertilización” en próximas etapas.
Aplicable a otros cultivos
Aunque diseñada para tomate, la metodología puede adaptarse a cítricos, frutales y otros sistemas agrícolas. La investigadora destacó el caso práctico en Salto, que se realiza con la familia Gallino integrando Fertirriego Horticultura y herramientas de monitoreo de nutrientes, lo que potencia la toma de decisiones y la precisión en aportes de agua y fertilizantes.
“El fertirriego de precisión —dijo Berrueta— es darle a la planta exactamente lo que necesita”, y por eso aseguró que, en sistemas intensivos, la técnica podrá marcar un cambio comparable al que supuso la adopción del riego en la década de 1980.
